Entrevista a Mirella Santoro, por Rosario Alonso

“Siento a la literatura como la expresión
artística más completa”

A Mirella Santoro, una italiana nacida en Parma y que en la actualidad vive en Buenos Aires, le gustan las cosas sencillas. Ella sabe cómo sacarle punta a los sentidos y por ello nos comenta el placer que le supone caminar al atardecer por callecitas arboladas y solitarias, leer mientras toma un cappuccino en un café, mirar el río y la puesta de sol desde el balcón, tener largas charlas con amigos, disfrutar de los colores del otoño, escuchar música, bailar. Cosas pequeñas, tal vez, que contadas por ella, mujer de una sensibilidad muy fina, adquieren grandes proporciones.

Mirella, que adora la montaña y el mar, se remonta en el tiempo para explicarnos que en una época recogía caracolas, trozos de corales que encontraba desperdigados por la playa y piedras tipo ágatas de las montañas. Una hermosa afición, sin duda.

En cuanto a las películas le gustan todos los géneros menos el de terror.

Es una mujer inquieta, a la que le gusta aprender cosas nuevas. Nos comenta que su última afición es hacer videos, y os aseguro que están muy bien realizados. Aprendió hace poco con un programa de escasas posibilidades que le sirve para aguzar la creatividad y además le resulta muy terapéutico, nos dice.

También se dedica al dibujo, la escultura y la fotografía, pero por encima de todas sus aficiones, ella, una prosista de gran altura, nos asegura que al escribir es cuando se siente más plena.

Mirella es sincera, afable, se la percibe cercana. Por ello no me extraña descubrir que entre las cosas que le disgustan se encuentra la falta de solidaridad y la mentira.

Nos confiesa que le desagrada, al igual que el caos de la ciudad o el calor excesivo del verano, “sentirse a veces tan sapo de otro pozo”.

1. ¿Qué es para ti la literatura?
Nunca me hice esa pregunta, tal vez porque la literatura entró en mi vida desde muy pequeña, en un proceso natural como el de respirar o dar los primeros pasos. Simplemente era —y es— algo vital para mí. Siento a la literatura como la expresión artística más completa, es un modo de conocimiento, un estímulo para la reflexión. Involucra a la mente, mueve las emociones, despierta el espíritu, imagina o le busca un sentido al mundo.
2. ¿Y la poesía?
Es el género literario más elevado y complejo, que suele brotar de lo más hondo de uno mismo. Es una forma de vivir y de percibir la realidad.
3. ¿Desde cuándo escribes y qué motivación tienes para continuar?
Empecé apenas supe escribir. Pero antes vino el dibujo, mi primer gran amor. Dibujaba comics inventados por mí y les agregaba diálogos, textos aclaratorios. Con el tiempo se invirtieron los papeles: escribía historias que después ilustraba.
Cualquiera de los experimentos artísticos que exploré, el dibujo, la fotografía, la escultura, se originaron por la necesidad primordial de expresarme, de comunicar, probablemente por ser tímida y callada.
En la escritura es donde mejor pude y supe volcar mis miedos, las ansias, lo que me apasiona o lo que detesto.
Concuerdo con lo que nos decía Abelardo Castillo en su taller, que el mejor lugar donde el que escribe logra comunicarse es en sus textos y los personajes que forja son los que hablan por él.
4. ¿Cómo definirías tu prosa?
No sabría definirla. Como soy una buscadora probé distintos géneros: la ciencia ficción, el policial negro, el cuento fantástico, el relato costumbrista. Con el tiempo mi búsqueda fue cambiando, me pulí, aprendí a tener una voz menos “desafinada”.
Creo que el elemento en común que aparece en muchos de mis cuentos es el atisbo de un mundo mágico en la realidad cotidiana.
5. ¿Y tu poesía?
Casi no escribí poesía, le tengo demasiado respeto y me muevo más suelta en la prosa poética. En mis escasas experimentaciones el énfasis estuvo puesto en bucear en mis propios sentimientos y vivencias.
6. ¿Qué influencias literarias han marcado tu forma de escribir?
Inconscientemente, casi todos los autores que me impactaban y que se renovaban a medida que conocía otros. En forma consciente —y con absoluta alevosía— me acerqué al estilo narrativo de Julio Cortázar, Abelardo Castillo, Italo Calvino, Hemingway, J.D. Salinger, Juan Rulfo, Clarice Lispector, Virginia Woolf, etc. etc.
Pienso que son procesos que se van dando hasta encontrar una voz propia.
7. ¿Crees que un escritor debe estar comprometido con el tiempo que le toca vivir?
Un escritor primero debe estar comprometido consigo mismo y con la vocación de escribir. Si lo está a fondo y honestamente, la consecuencia lógica y natural será el compromiso con la realidad que le toca vivir y que reflejará en sus textos.
8. ¿A qué público pretendes llegar?
Al que le interese lo que escribo, no tengo preferencias. Cuando abrí el blog lo hice con un prejuicio: si es que llegan a leerme, seguramente será alguna mujer. El primer seguidor que tuve fue un hombre y hubo un período en el que la mayoría que opinaba y dejaba comentarios eran hombres.
Ahora la balanza se ha equilibrado.
9. Para ti ¿qué condiciones debe cumplir un escritor para ser considerado como tal?
Tener algo que decir y saber decirlo. Tener la vocación, ese “ansia” o hambre, a veces voraz, que lo inciten a buscar palabras para saciarse.
Y, por supuesto, el amor por la palabra. Hace falta la dedicación, el respeto, la paciencia para extraer el término justo, el que exprese cabalmente la idea, la descripción o el sentimiento que se quiere comunicar.
10. ¿Cuál es tu proceso creativo, te sientas a escribir poesía o esperas que la inspiración llegue?
No creo en la “inspiración”, más bien en instigaciones tanto internas como externas. Si lo de afuera nos incita es porque tiene una correspondencia en nuestro interior. El impulso más fuerte lo proporciona el dolor y la necesidad de sacar lo que nos hirió.
También los sentidos me traen temas. Las imágenes, los olores o el verso suelto de una canción logran desencadenar una catarata de emociones que, en una fase posterior, intento ordenar más racionalmente.
Como me gusta arquitectar historias, el desarrollo es más largo. Debo encontrar las voces de los personajes, en qué tiempo y lugar suceden los hechos, armar la trama y sobre todo encontrar el final, lo más arduo.
11. ¿Piensas que hay mucho egocentrismo en el mundo poético o que, por el contrario, es un mito?
Conocí a pocos poetas, sí a escritores, algunos con cierto prestigio, otros apenas conocidos, también artistas plásticos y unos cuantos se creen más de lo que realmente son.
Pero considero que hay narcisismo en todas las actividades y profesiones, es una faceta del ser humano que ha ido creciendo en estos tiempos. O por lo menos se manifiesta más abiertamente, quizás por el deseo imperioso, propio de esta época, de exposición y éxito.
12. ¿Crees que la poesía vende?
En la Argentina ni prosa ni poesía venden. Los escritores suelen tener otras fuentes de ingresos: coordinan talleres, colaboran en revistas o periódicos, dan seminarios, participan como panelistas en programas culturales, en más de una oportunidad sin remuneración alguna.
13. ¿Cómo ves la literatura en la sociedad actual?
La mayoría de los lectores a la hora de comprar elige “best sellers”, libros de autoayuda, biografías de personajes famosos o supuestos análisis políticos escritos por periodistas mediáticos. Si ventilan datos escabrosos esos libros salen como pan caliente.
Los clásicos de la literatura duermen un sueño injusto en las estanterías, velados con el polvo del olvido.
14. ¿Qué opinas del formato digital con vistas al futuro?
Lo acepto, como una opción más. Hay que adaptarse a los avances tecnológicos actuales, aunque prefiero tener en mis manos el libro de papel, con su tacto y su olor particular. Lo importante es que no se pierda el hábito de la lectura.
Mirella, ha sido un placer hablar contigo. Agradezco tu amabilidad y espero que podamos repetir la experiencia.
Me despido agradeciendo el espacio que me han brindado, el interés por conocer facetas mías y desde ya estoy dispuesta para lo que necesiten o quieran saber de mí. Besos, Rosario.

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