Ángeles Hernández Cruz

Imagen by Matthias Böckel

Gotas humildes

Imagina una gota en singular
que mezclada con otras de su grupo
convivía en el fondo de un pozo en un oasis.
Ella nunca dirá que por sí misma
amortiguó la sed de todo un pueblo.
Sí sabe que alivió la lengua seca
de un viajero extraviado agonizante
confortando su muerte.

Gotas de agua de lluvia
que mojan las semillas en la tierra
son las que nos obsequian con los frutos
y no se vanaglorian de matarnos el hambre,
ni nos piden a cambio
elogios, palmoteos ni ovaciones.

Hay mucho que aprender de la humildad
del que crea algo hermoso
y no busca alabanzas comediantes;
contempla su faena terminada
y mirando a otro lado continúa
forjando con su fuego la belleza.


Solo un árbol

..pero bajo la tierra
los árboles de nuevo
se entienden y se tocan.

Solo el hombre (Pablo Neruda)


Tan solo soy un árbol desahuciado,
memoria desterrada de un gran bosque.

Los gorrriones dejaron de anidarme
cuando vieron mis ramas desvestidas.
Mi tronco tambaleante ya no sirve
de sombra ni de leña ni alimento
a termitas que horaden mis entrañas.

Se quejan moribundas mis raíces
y agotadas suplican compañía.

Hoy siento que aparecen poco poco
abrazos de otras ramas subterráneas
con distintos acentos.
Como dedos nudosos y alargados
se extienden y se enredan con los míos.

Desde muy lejos llegan
reptando por debajo de los mares
por túneles que excavan con sus versos.
Me entienden y me tocan
trenzando un lazo fuerte que me yergue.


Para todos los ultraversales

Un comentario en “Ángeles Hernández Cruz”

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