Ángeles Hernández Cruz, poemas

Imagen by Sergiu Jalba

Ladrón Azul

Ladrón de embozo azul con colmillos de espuma,
¿recuerdas una tarde de bochorno lejana
con destellos de siesta y el sol como testigo?
Me apuntaste a la sien con tus armas de olas
y exigiste un peaje para llegar a tierra.

Ladrón de niños fríos en el agua,
te apeteció el aroma de ternura
en las pequeñas manos que se asían
al aire que quedaba entre mis labios.

Ladrón irrespirable con zapatos de algas,
no esperabas un no como respuesta
y aunque heriste, mi carne hecha un ovillo
fue el refugio invencible de mi cría.

Ladrón escurridizo con escamas de plata,
¿No te roba el aire tanto ahogado?


Mi lugar

Ayúdame a encontrar mi sitio, cabuquero.

Tienta el eco de mi vientre, prende unos cartuchos de explosivos
y escóndeme en el canto de advertencia, en la voz acorazada que repites
para que mi miedo tenga tiempo de alejarse del desplome.

Estoy tan cansada de buscar ese espacio
que me agota mucho más la incertidumbre que la huida
la oquedad que el asedio del porqué
y el silencio que el sonido del rumiar de mi mente.

Tras la detonación, cuando se desenrede el aire,
comprueba si hay una fuente, surtidor de vida embravecido:
allí estará mi lugar.


Conversa con nosotros