Tango
Quisiera que arrastremos nuestros sueños
a bordes indecentes, como el tango
y ser revolución en un compás prohibido
bajo los farolitos de un suburbio.
Fundirme en un abrazo apasionado
de piernas y mejillas, mientras arde
la música en un corte o firulete.
Quisiera mi cintura dormida en tu rodilla
y tus manos haciéndome camino
mientras nuestras miradas se confiesan.
Quisiera ser un huracán sensual
detenido en tu pecho y bebernos así
el aire que distancia nuestros besos.
Breve
Apenas respiro mientras percibo las líneas cálidas que dejan las yemas de tus dedos sobre mi vientre y en esa quietud que adopta mi cuerpo siento cómo se magnifican todos los sentidos.
Me gustó mucho, Silvana.
Besos.