Palabras
Las palabras importan, y se quedan grabadas
más allá del momento en que se dicen.
No son tan solo aire que escapa por la boca
en las ondas acústicas.
Las palabras definen circunstancias
delimitan fronteras, tejen lazos;
reflejan realidad o velan falsedades.
Hay palabras suicidas
que engatusan, confunden, enloquecen…
palabras que despliegan alas de mariposas
de colores y formas deslumbrantes.
Y palabras que muerden las entrañas
que envenenan, destrozan y asesinan.
Otras veces palpitan en los labios
como un corazón abierto al cielo.
Entonces, las palabras son suspiros
que brotan de los versos de un poema.
A dentelladas
Puede llamarme ilusa, tonta, loca,
cabeza de chorlito, majareta…
pero nunca seré la marioneta
que manejen los hilos de su boca.
Sabe que el corazón se me disloca
y que no soy capaz de estarme quieta,
que me arde la sangre y soy veleta
heredera del viento que me toca.
Que me niego a tener que acostumbrarme
a vivir en palabras silenciadas,
y me asfixia el trasiego rutinario
hasta ser un desierto carcelario
en la voz que no quiero más callarme.
Y me como la vida, a dentelladas.