Como por Ella entonces
qué grandes las ventanas al jardín
del centro de la plaza y un poco más allá
paraban los tranvías por la noche
su deslizar metálico dejaba en sostenido
una nota precisa que acunaba nostalgias
desatando en nosotras tantos sueños
que quedaron atrás por improbables
qué risueñas
las luces de la calle sobre el cuarto
aquel pequeño mundo tan perfecto
en su especial desorden
y aquel sonido sordo de la lluvia
caricia en el sosiego de la casa
sobre el silencio inerme de las dos
tan quietas
tan solas frente al mudo dolor de nuestro padre
unidas en el nuestro
mis jirones de insomnio
se han estremecido un día más
y el rezo que creía ya olvidado
ahora me reclama
por ti
como por Ella entonces
regreso torpemente
a su regazo
Sumando en armonía
la noche va cubriendo y fagocita
la tarde mientras crece
sumiendo en trazo oscuro sus perfiles
vistiéndola de a poco en soledades
que enmudecen el canto de la tierra
la noche se alimenta de ese abrazo
sobre el mundo sujeto a su apetito
y envuelve sin pudor verdades y misterios
las dudas de los hombres y su fe
el cuerpo y lo intangible
el pálpito animal y el canto de la fronda
hasta que llega el alba
sobre someras luces
y desplaza su aliento
quizás pudiera aún bajo su auspicio
llegar a ser poeta
traductora paciente de los pájaros
del llanto de los vientos cuando pierden
su melena en las ramas de los árboles
del diálogo infinito entre el mar y la luna
del día y de la noche en alternancia
sumando en armonía sus poderes
y entre todas sus voces
llegar hasta la mía
Donde habita el olvido
No temas, amor mío, si ves que voy cosiendo
con sílabas amargas mis dedos lentamente:
hilvano pensativa retales de una estrofa
que, enhebrada de olvidos, ya no podré escribir.
No me preguntes nada si mis ojos se nublan:
un aura de silencios me ausenta de tu voz
y al observar tu llanto si ves que estoy perdida
presiento en tu dolor más grandes las ventanas.
Hoy creo que podría entretejer
las hojas encarnadas de los arces
perdidas por el tiempo en su camino,
la lluvia desde ayer las vuelve tiernas
y forman un tapete entre mis manos
donde habita el recuerdo por un día.
En el Día Mundial del Alzheimer, 21 sep. 2013
Tan fértil
Desnuda en lo esencial
Manuel Martínez Barcia
mi voz es laberinto
se enreda y se detiene entre la bruma
de una vieja orfandad
asolando la flor amanecida
que preña a los almendros
justo ahora
me pierdo en el jardín de las promesas
que unidas ya cumplimos
donde su paso corto recompone
la imagen de las dos sangrando luto
infancias aparcadas
la vida por vivir
torpe desde mis versos
lúcida en el dolor
ensarto para ella
precuelas de esperanza
apuestas de futuro
y sobre mi tapete
un envite a la fe