Mundo, demonio y carne, enemigos del alma
en el lejano tiempo colegial
donde todo lo bueno era pecado.
Cuánto nos engañaron,
porque es el mundo lo que nos rodea,
y sin mundo no hay nada,
y lo bueno o malo, tu elección.
¿Y al demonio?
¿Quién le dio ese papel de malo en la película?
Pues debió ser el bueno entre comillas,
ese por el que matan los fieles al infiel;
para mí que intentó salirse del guión,
y eso no lo permiten ni en el cielo.
Y de carne, carnívoro, por suerte,
por mucho que lascivos con sotana
negasen la mayor, y el sano disfrutar
llevase a la condena, al fuego eterno.
Como dice el refrán:
“Nadie podrá quitarme lo bailao
y que toque la orquesta otra bachata”.
Conclusión:
Mundo, demonio y carne, tres amigos
para correrse farras cada noche,
mi alma paga las rondas
y mi cuerpo disfruta de lo lindo.