Ángeles Hernández Cruz – España

La huella indeleble



Antes de tu partida, aquel día de verano, ya tenía impresa tu huella en mi piel. Sin embargo, tus pisadas en la nieve del invierno y tu rastro en la arena de la playa fueron borrados por el viento.

La tinta azul del tatuaje que un día nos hicimos se ha ido despintando, y el olor de tu perfume se evaporó una mañana al abrir el armario.

Pero el dolor de tu ausencia no se desvanece.

Cuando cada noche tecleo tu nombre en la pantalla de mi móvil, aparecen nuestras fotos, tus mensajes de voz, los vídeos que grabamos; y vuelvo a sentirte aquí, entre mis sábanas. Escucho tus risas mientras el sueño me lleva hacia tus brazos.

Aunque he intentado desactivarla, la sección de Recuerdos cada cierto tiempo me vuelve a traer tu imagen sin mi permiso. Es entonces cuando me doy cuenta de que tu huella es indeleble, y tu memoria, eterna en las redes

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