EL VERSOLIBRISMO

Silvia Heidel – Argentina

Certeza

No hay palabras aquí .
Otros signos enlazan a las cúpulas.
Quién pudiera traducir en sus neuronas
la ilegible jerga de estos seres.

No hay palabras aquí.
Apenas el runrún de las arañas.
El articulado crujir de los glaciares
y las uñas del viento tañendo hojas
con pulso de arpa vieja.

No hay palabras aquí.
Horizontal se hamaca el cielo
en ese agujero móvil.
Por su aérea escalera
zambulliría mi cuerpo,
intentando al borde de su acantilado
un magistral clavado en aguas secas.
Pero mi densidad sin plumas
no pertenece a esa especie.

No hay palabras aquí.
Mi oído en tierra descifra un trasiego
de información entre las raíces.
Los anillos y su vibración desajustada.
La estampida de pequeños caminantes
tras la perorata de las bandurrias.

No hay palabras aquí.
Soy uno más de los caídos que el bosque venera.
El musgo avanza en mis axilas, las flores en el pelo.
Suelto al aire mi esqueleto verde
y baja por mis ojos, antes de tocar mi corazón,
esa certeza.

No hay palabras aquí.
Nada que logremos entender.



Jesús M. Palomo – España

Frágil

La fragilidad de una simple hierba
que soporta el peso de un caracol.

Así son los sueños que apenas recuerdo.
Así son los primeros minutos de la mañana,
tan confusos,
tan oscuros.

Es tan endeble el equilibrio en ese minuto,
que si cae o se mantiene,
puede decidir el ánimo de la jornada entera.

La fragilidad de la confusión en sí,
la precariedad es absoluta.
Así rezan los días:
frágil, no cargar demasiado peso.



Leonardo F. Zambrano – EEUU

La llamo y no me oye

Me hace falta crear luz sobre la tinta
Para construir sombras sobre las líneas…
…Creo más pluralidades entre los versos
muy raras en las voces de los cánticos,
pero soy yo, ¡tan otro y un poco desigual!
Soy un adepto a pie con las individuales.

A veces nadie oye la sentencia
tan incierta en las orillas del verso
y es que las personalidades son otras
donde vivir es un abismo donde caigo…

Entre mis polaridades un encuentro,
simple al oido de mi otro paso
sin embargo mi diente ya no muerde
donde antes fue un pasado que arde…

Ella no me oye,
quiere que la oigan.

Conversa con nosotros