por Héctor Michivalka
El buen libro es como un cofre mágico de verdades que resplandecen cuando lo abres.
Es la figura mitológica del genio de la lámpara que se mudó al mundo del lenguaje escrito.
Es el debate milenario entre las diferentes corrientes del pensamiento para mantener el equilibrio.
Es el viajero del tiempo que cae en una choza hecha de palma y barro o es el noble habitante curioso de un palacio.
Es un amigo que nació, miles de años antes que tú, y predispuso el calor de la hoguera para armonizar la tertulia con tu soledad.
Es inmiscuirse en la vida del lector, sin que el autor sea tildado de chismoso.
Es un video de la mente del escritor:
Comunicación cuántica a través de los siglos.
Es el abono primigenio y corregido que apura el crecimiento de las nuevas semillas.
Hay que honrarlos, prenderles velas, rezarles…Practicar toda la liturgia que merecen.
P.D: Un libro te brinda la libertad de matar a tu suegra y, resucitarla, simplemente por sentir el placer de asesinarla de nuevo, en un simulacro en 3D.