CONTRATAPA

Ser escritor

Convertirse en escritor conlleva años. ¿Significa eso que tiene que pasar una década, o dos para que puedas llamarte, definirte como escritor? NO. Uno es escritor desde el minuto uno que emprende su carrera, porque es una manera de vivir. Uno ve algo que le impresiona, algo que le gusta —o algo doloroso que le ocurre a alguien que quiere– y lo convierte en verso, lo transforma en historia. Uno se lo saca del pecho, se lo arranca del estómago y lo deja sobre el papel. Y eso ya te da la posibilidad de mirar ese conflicto, ese hecho traumático, ese paisaje o emoción desde una perspectiva diferente.

Y eso es ser escritor o ser poeta, vivir el mundo, sentirlo a través de esa habilidad.

No, yo no soy consejero, yo soy poeta. Huyo como si huyera de la peste de esos escritores que en su día lo intentaron y jamás lograron despertar nada en el receptor, ese lector que está al otro lado, porque mayoritariamente, es en eso en lo que se convierten los poetas que no quieren profundizar, que no quieren currar.

¿Qué es lo que hay que hacer para convertirse en un buen poeta?

Reconocer que no sabes una mierda es el primer paso para entrar en la ruta de los cambios. Sin eso no hay nada.

Lo difícil no es llegar, sino mantenerse y según decía mi abuelo, hombre sabio, naturista y ecologista, «la cerveza fría se la toma cualquiera».

Para enseñar no basta con decir, también hay que saber hacer cómo Dios manda.

Nadie te puede enseñar a escribir versos con un manual, porque la poesía es diferente en y para cada individuo. Trabajamos con nuestras vivencias, con nuestras emociones, con nuestras entrañas.

Piensa en ello cuando decidas elegir maestros.

John Madison

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