Jordana Amorós – España
El aire, ese es ahora
el mortal enemigo
que se empeña en faltarnos,
que se obstina
en ahogarnos con saña en el silencio
supurando congoja,
al tiempo que proclama su triunfo incontestable
trayendo mil virtuosos olores añejados,
que van acuchillando la memoria.
Ya no cabe, por mucho que se apriete,
el hondo desamparo
en la estrechez del pecho
ni alcanza la tristeza
esconderse en los ojos de cuévano y estanque.
El abandono deja
la piel, tibia añoranza del tacto , al descubierto;
la soledad la acecha
de frío a dentelladas.
Y este extravío extremo
de manso corazón que en cada rostro
te busca a su pesar…
El desamor
es este perro flaco empecinado
en pasarse las noches
contándole sus penas a esa Luna
de luz desangelada
por si acaso se digna a contestarle.
No queda ni un rincón en el que guarecerse
de tanta indefensión desasistida,
de tanto desconcierto..
Estupor desvalido,
ferocidad inerme ,desdicha sordomuda,
que acaba por volverse indiferencia
No hay desdicha mayor que un desconsuelo,
que ya agotó sus lágrimas
y al que ya no le quedan más ganas de llorar.
👍👍👍👍