Soy / Enésimo poema de amor / Amores perros: Poemas & fotografía de Arantza Gonzalo Mondragón

Soy

Soy

un escombro mutante,
un embarazo de alfaguara,
una prometedora asepsia
contra desilusiones.

A veces rozo la frenopatía,
la blancura siniestra que habita el balneario.

Pero a pesar de todo
mi corazón supera a mi cabeza
y a ratos soy feliz
cuando en mi pecho cantan horizontes de pájaros.

He aprendido a ser honesta, tanto,
que cada día estoy más sola.

Y tan contenta.

Enésimo poema de amor

Cada tiempo sin ti se va sumando
a una triste rutina de carencias,
a un cúmulo de siglos

desangelados

y sigo aquí, esclava de la inercia
andando por un campo de granadas,
sin ases en la manga, con la mirada al frente
viendo de nuevo cómo barajea el destino
las cartas que jamás ganan ni pierden,
sino que solo abultan la baraja.

El amor es siempre un horizonte
nocturno
porque en la oscuridad también late la vida.

Amores perros

Tanto te amo que te estoy matando
y quiero que te alejes
porque no te merezco.
Pero si por casualidad te vas,
si un buen día te hartas y te vas

yo
me
muero.

Has de aguantar mis exabruptos,
mis ataques de crueldad
con sumiso estoicismo
y morirte por mí
hasta que yo decida cuando voy a matarte.

¿Y el amor dónde está?
No sé, llama a otra puerta.

Acerca de Arantza Gonzalo Mondragón

Coloquio sobre preceptiva

por Morgana de Palacios

Desde el llamado Verso libre Hispánico.
Verso libre vs. Verso blanco y rimado

En los inicios de la poesía castellana se llamaba verso libre hispánico al verso blanco con rimas interiores y que ya ha llovido mucho desde entonces y se han diferenciado por completo. No estamos sólo hablando de métrica castellana, hubo un momento en que las patrias no existían para la poesía… porque todas las corrientes se mezclaron y en todos los países hubo poetas para todas las corrientes.

La acidez de la discrepancia, en este caso, surge por la necesidad clasificatoria que cualquier Foro poético tiene de los poemas que se exponen, y que unos afrontan con más valentía que otros, o menos condescendencia, por lo absurdo que resulta convertir el foro de Verso Libre en el cajón de sastre que algunos usuarios quisieran para la mayor difusión de su obra. Naturalmente, suelen ser los menos interesados en el estudio de las estructuras poéticas.

Detallar la historia del verso libre, nos llevaría más tiempo del que yo estoy dispuesta a dedicar a la teoría, pero tengo muy claro que los poetas contemporáneos, ante la posibilidad de trabajar con un metro digamos que relativamente nuevo, tuvieron que crear algunas normas que contribuyeron a darle unidad.

Se prescindía de la métrica y de la tradicional rima, aunque no de los elementos rítmicos que lo diferenciaban de la prosa y, en el vacío que se creaba, tuvieron que apoyarse en un esqueleto que lo sustentara y que potenciara la expresión emocional. La rima, al fin y al cabo, no es más que la reiteración de un sonido determinado en el interior o exterior del verso, que realza el ritmo intensivo y lo subraya.

Sus reemplazantes para el verso libre, resultaron ser la utilización de anáforas y los grupos fónicos y estróficos que contribuyen al buen discurrir de la obra.

El desconocimiento de las estructuras tradicionales supuso para muchos versolibristas y sigue suponiendo en nuestros días, el alejamiento del arte poético en sí mismo (de la música) para dar paso a mediocres o directamente malas obras prosísticas, carentes de ritmo. La perfección estructural no es garantía de que el contenido de un poema tenga alcance poético o suponga emoción alguna para el lector, pero la falta absoluta de estructura tampoco garantiza la libertad de la palabra ni de la expresión, ni siquiera garantiza poder definir una obra como poética.

El verso libre es, en definitiva, un medio más de la poesía contemporánea al servicio del poeta que, si es bueno, debe saber emplear intuitivamente. A un poeta, debe ser el verso el que le pida la estructura a emplear y no al contrario.

Todos los medios, heredados y nuevos son válidos para ello, porque la auténtica libertad de expresión está en la falta de condicionamiento de la palabra a las formas, que deben servir exclusivamente para potenciarla. Ni la esclavitud en las formas tradicionales es tan grande como creen los versolibristas mal informados, ni la libertad en el verso libre es completa. Sólo con el conocimiento profundo de ambas corrientes, puede desplegarse el talento libertario del poeta a la hora de enfrentarse al papel en blanco.

Cuando un poeta prescinde, normalmente por ignorancia, de los elementos rítmico-auditivos y para colmo en aras de un surrealismo mal entendido, diluye la metáfora apartándola de su principal función que es la de referir al lector a un objeto físico o emocional determinado, la lógica del poema, su unidad, se rompe, convirtiéndose en un artificio más que no responde a ninguna realidad objetiva y acrecentando la confusión. No se puede verter la vivencia sobre la palabra escrita sin la necesaria base estructural, porque el versolibrismo no es caos.

En definitiva, se ha abusado tanto del concepto de verso libre, se ha manifestado un desprecio tan grande por todo lo que era considerado como tradicional: metro, estrofa, ritmo, rima, estructura, puntuación, etcétera, que uno no se explica a veces porqué se toman la molestia de escribir en verso y no lo hacen directamente en prosa.

Casi todo en la vida es circular y el arte poético vuelve a sus cauces y el poeta con talento hace uso de su oficio. Así que las corrientes actuales de poesía, se decantan por la vuelta a la música del poema. El verso blanco avasalla al verso libre de manera clarísima y todas las formas heredadas se funden para mayor brillo de la expresión.

Jamás se ha dicho desde la Administración de Ultraversal, que alguna rima (natural en cualquier discurso) demerite un poema en verso libre, estamos cansados de repetir lo contrario, pero no es de verso libre, en su definición básica, el que mantiene una secuencia de rimas con método o sin él, lo escriba San Pedro.

Tampoco el verso blanco puede ser considerado libre, aunque en sus comienzos fue a ese verso concreto con semejanzas métricas y acentuales y sin rima al que le dieron ese nombre, pero hoy en día es un concepto ampliamente superado y sus diferencias con el verso libre, notorias y definibles.
Y fijar sus definiciones, no vendrá mal a nadie, en mi opinión:

Verso

Un verso (del latín versus, que significa “vuelto”, por oposición a prosus, de donde viene prosa, que significa “todo seguido”) es un conjunto de palabras sujetas a medida, ritmo y cadencia, o sólo a cadencia, en contraposición a la prosa, que no está sometida habitualmente a estos procedimientos. Suele ser el cauce formal habitual de expresión de la poesía lírica o épica.

Conviene distinguir claramente entre verso, que es una forma literaria, y poesía lírica, que es un género literario. Si tenemos clara esta definición, entenderemos por qué puede haber y hay, por ejemplo, obras narrativas, dramáticas y didácticas escritas en verso e, inversamente, que existan poemas escritos en prosa en vez de en verso.

Se han compuesto versos en distintas culturas siempre en torno a un recurso literario concreto. Así, la poesía hebrea compuso versos fundándose sólo en el paralelismo semántico. La poesía germánica medieval, por el contrario, se fundaba en la aliteración de al menos tres palabras por cada verso, y la poesía grecolatina clásica en la repetición de unas secuencias determinadas de sílabas largas y breves, y la poesía europea tradicional en la rima y el ritmo acentual. Por otra parte, el rechazo que las vanguardias europeas del siglo XX, especialmente el Surrealismo, experimentaron por la tradición literaria, incluso la métrica, introdujo un tipo de verso más extenso, el versículo, que no rima ni posee ritmo acentual, sino que funda su musicalidad en repeticiones de motivos y campos semánticos.
Fernando Pessoa decía en su Libro del desasosiego que la poesía se encontraba entre la prosa y la música. Es así en tanto que el verso es una prosa provista de algunos de los elementos que forman la música, gracias a lo cual toda canción con letra ha de estar escrita en verso para poderse adaptar a la música instrumental. Esos elementos que adquiere el verso de la música son el tempo, el ritmo, el compás y la melodía. El tempo viene dado por una velocidad de enunciación marcada por el número fijo de sílabas de la recitación, el ritmo por la colocación o situación fija de determinados acentos, el compás por la alternancia de diferentes tipos de versos y estrofas y la melodía por la repetición de una rima o un estribillo o bordón concreto.

El verso suele darse dentro de una estructura literaria fija que se compone de una métrica definida, un ritmo conseguido por la ubicación de las sílabas tónicas y átonas y una rima recurrente; a estas secuencias fijas se les llama estrofas. La disciplina que estudia las clases de versos y estrofas se denomina métrica.

Existe una gran variedad de estructuras en el verso, comenzando por una división inicial entre verso rimado o con rima y el verso suelto o verso blanco sin rima, pero con un número fijo de sílabas y con unos acentos concretos. Por otra parte, el verso libre es un verso sin rima ni cantidad preestablecida de sílabas.

La creación del verso se remonta hacia las composiciones griegas clásicas, en la que el verso no era rimado, sino que consistía en la repetición de una determinada secuencia de sílabas largas y breves y el compás acentual o ictus.

El verso rimado tiene un origen probable en la región de la península itálica en el Medioevo, donde nacen composiciones versificadas que persisten hasta hoy en día como el soneto, la canción o el madrigal. Del latín vulgar, su paso al español es sencillo y se encuentran composiciones versificadas en rima y con metro desde casi el principio del idioma español, en el siglo X, las denominadas jarchas.

El verso es la forma natural en que nació la literatura en lenguas vernáculas o lenguas romances; siempre ha precedido el verso a la prosa,

Verso blanco

El verso blanco es un tipo de composición poética, que se caracteriza por tener una métrica regular y carecer de rima. En inglés, el verso blanco normalmente ha empleado el pentámetro yámbico.

El primer verso blanco que se conoce en lengua inglesa fue escrito por Henry Howard, Conde de Arundel y Surrey en su interpretación de la Eneida (c. 1554). Puede que Howard estuviese inspirado por el texto latino original al crear este verso, ya que el verso latino clásico (así como el verso griego) no utilizaba rima; o puede haber sido inspirado por la forma italiana del versi sciolti, que tampoco contenía rima.

Christopher Marlowe fue el primer autor en lengua inglesa que sacó un gran partido del verso blanco, además de establecerlo como el verso preponderante en el drama inglés en la época de Isabel I y James I de Inglaterra. Pero ha sido William Shakespeare quien ha logrado los mejores resultados con el verso blanco inglés.

Además, la épica Paraíso perdido, de Milton, también está escrita en verso blanco. Después de Milton, los poetas ingleses consideraron que el verso blanco estaba anticuado y favorecieron el uso de las coplas. Algunos poetas románticos ingleses como por ejemplo William Wordsworth, Percy Bysshe Shelley, y John Keats volvieron a utilizar el verso blanco revalorizándolo. Poco después, Alfred Lord Tennyson dedicó gran atención al verso blanco, utilizándolo, por ejemplo, en su largo poema narrativo “The Princess”, así como para uno de sus más famosos poemas: “Ulysses”.

La bylina rusa también está escrita en verso blanco.

Verso libre

El verso libre es la forma literaria que se caracteriza por su falta de rima y metro. Desarrollado hacia finales del siglo XIX, esta forma logró su aceptación de la mano del cambio social generado por el siglo XX y sus convulsiones políticas, así como por las guerras mundiales. Como una respuesta al modernismo con su forma clásica estricta, ciertas escuelas poéticas, entre ellas la imaginista, respondieron con este rompimiento de formas y moldes que imponían las formas poéticas medidas y rimadas como el madrigal, el soneto y la décima.

El verso libre tiene sus antecedentes más antiguos en las formas poéticas griegas clásicas, donde la calidad del verso se encontraba en la tonalidad de sus sílabas. El verso libre en este sentido retoma al ritmo versal como factor de calidad y de análisis. A pesar de que las estructuras poéticas usadas desde el siglo XV contaban con el uso del ritmo como parte fundamental de su construcción, en el verso libre este elemento es el único asidero que permite calificar al verso libre como tal y diferenciarlo de la construcción en prosa.

Dentro de las reglas del verso libre, también conocido como verso libre, se encuentra evitar la rima consonante o asonante, así como caer en el metro, lo cual genera una falsa ilusión de ritmo en el verso y lo hace en realidad sucio estilísticamente hablando. La variación del verso libre que acepta el metro como parte de su composición es conocida como verso blanco.

Entre los principales desarrolladores del verso libre encontramos a poetas como Ezra Pound, Octavio Paz y otros autores del siglo XX.

Composición en verso

  • Acataléctico: verso griego o latino que tiene cabales todos sus pies.
  • Adónico: verso de la poesía griega y latina, que consta de un dáctilo y un espondeo, y se usa generalmente en combinación con los sáficos, de tres de los cuales va precedido en cada una de las estrofas de que forma parte.
  • Verso de la poesía española, que consta de
  • cinco sílabas, la primera y la cuarta largas, y breves las demás, y tiene el mismo empleo que el adónico antiguo:
  • Agudo: que termina en palabra aguda.
  • Alcaico: verso de la poesía griega y latina, que se compone de un espondeo, o a veces de un yambo, de otro yambo, de una cesura y de los dáctilos. Otro verso del mismo nombre consta de dos dáctilos y dos troqueos.
  • Alejandrino: de catorce sílabas, dividido en dos hemistiquios.
  • Amebeo: Cada uno de los de igual clase con que hablan o cantan a competencia y alternativamente los pastores que se introducen en algunas églogas, como en la tercera de Virgilio.
  • Amétrico: no se sujeta a una medida fija de sílabas.
  • Anapéstico: poesía griega y latina, verso compuesto de anapestos o análogos.
  • Asclepiadeo: verso de la poesía griega y latina, que se compone de un espondeo, dos coriambos y un pirriquio. Se mide también contando un espondeo, un dáctilo, una cesura y otros dos dáctilos.
  • Asclepiadeo mayor: que acaba con dos dáctilos y consta además de un espondeo y dos coriambos, o sea de un espondeo, un dáctilo, otro espondeo, un anapesto, y asclepiadeo menor.
  • Cataléctico: verso de la poesía griega y latina, al que le falta una sílaba al fin, o en el cual es imperfecto alguno de los pies.
  • Coriámbico: consta de coriambos.
  • Dactílico: consta de dáctilos.
  • Verso de arte mayor, de doce sílabas, que consta de dos hemistiquios.

Más de ocho sílabas

  • De arte mayor castellano normalmente dodecasílabo, con dos hemistiquios, en cada uno de los cuales se da la combinación de dos sílabas átonas entre otras dos tónicas.
  • De arte menor, redondilla mayor o menor.

Menos de ocho sílabas

  • De cabo roto, suprimida o cortada la sílaba o sílabas que siguen a la última acentuada.
  • Redondilla mayor, de ocho sílabas u octosílabo.
  • Redondilla menor, de seis sílabas o hexasílabo.
  • Ecoico, cuyas dos últimas sílabas son iguales.
  • Esdrújulo, finaliza en voz esdrújula.
  • Espondaico, hexámetro que tiene espondeos en determinados lugares.
  • Falecio, endecasílabo que se compone de cinco pies. El primero espondeo, el segundo dáctilo, y troqueos los demás.
  • Ferecracio, verso compuesto de tres pies, espondeos el primero y tercero, y dáctilo el segundo.
  • Gliconio, compuesto de tres pies, un espondeo y dos dáctilos. El primero es también a veces yambo o coreo.
  • Heroico. En cada idioma se tiene por más a propósito para ser empleado en la poesía de esta clase; p. ej., en la lengua latina el hexámetro y en la española el endecasílabo.
  • Hexámetro, consta de seis pies, cada uno de los cuatro primeros espondeo, o dáctilo, dáctilo el quinto, y el sexto espondeo.
  • Hiante, contiene hiatos.
  • Leonino, verso latino usado en la Edad Media, cuyas sílabas finales forman consonancia con las últimas de su primer hemistiquio.

Castellano con rima interior

  • Libre, no está sujeto a rima ni a metro fijo y determinado.
  • Llano, termina en palabra llana o grave.
  • Oxítono, verso agudo.
  • Paroxítono, verso llano.
  • Pentámetro, compuesto de un dáctilo o un espondeo, de otro dáctilo u otro espondeo, de
  • una cesura, de dos dáctilos y de otra cesura. Se mide también contando después de los dos primeros pies un espondeo y dos anapestos.
  • Proparoxítono, esdrújulo.
  • Quebrado de cuatro sílabas cuando alterna con otros más largos.
  • Ropálico, cada palabra tiene una sílaba más que la precedente.
  • Sáfico compuesto de once sílabas distribuidas en cinco pies, de los cuales son, por regla general, troqueos el primero y los dos últimos, espondeo el segundo, y dáctilo el tercero. En la poesía española, verso que consta de once sílabas, como el griego y latino, y cuyos acentos métricos estriban en la cuarta y la octava. Es más cadencioso y tiene mayor semejanza con el sáfico antiguo cuando su primera sílaba es larga.
  • Senario de seis pies, y especialmente el yámbico de esta medida.
  • Suelto, no forma con otro rima perfecta ni imperfecta.
  • Trímetro, verso compuesto de tres pies, y también el compuesto de tres dipodias, o sea de seis pies, como el trímetro yámbico o senario.
  • Trocaico, verso que consta de siete pies, de los cuales los unos son troqueos y los demás espondeos o yambos, al arbitrio.
  • Yámbico, verso en que entran yambos, o que se compone exclusivamente de ellos.
  • Fesceninos, obscenos inventados en la ciudad de Fescenio y que solían cantarse en la antigua Roma.
  • Pareados, los dos versos que van unidos y aconsonantados, como los dos últimos de la octava.

Despedida / Hoy no quiero tristezas / Ignorancia, por Carmen de Tomé

Despedida

Hoy no puedo ser otra cosa que lo que escribo
y me dejo imbuir por este invierno
que me traspasa.

La decisión ya está tomada,
retornáis a donde vinisteis.
Y os digo: ¿qué haré sin vosotros?

Me repito a mí misma que no quiero despedidas,
que ya tuve bastantes,
mas éstas nunca son suficientes
para el destino tan voluble
que nos atrapa.

Y el aliento se agota de tantas veces que intento
afectos duraderos y lazos invisibles.

Me decís que nunca olvidaréis lo que vivimos,
pero no es cierto,
todos olvidamos para sobrevivir.

Pienso en tus niños, a los que no veré crecer
y me pregunto si recordarán mis besos,
intuyendo la respuesta.

Hoy no puedo ser más que escarcha
y no quiero tender manos ni abrazos
que sólo serán recuerdos
de lo que fuimos.

Hoy no quiero tristezas

Hoy no quiero tristeza en mis manos cansadas
ni llantos de pobreza que me agiten por dentro,
hoy quiero ser distinta, salir de este epicentro
que me marca las pautas con preguntas calladas.

Y huyo de lo absurdo, crónicas desfasadas
que provocan en mí un fatal desencuentro,
y a pesar de intentarlo, sólo me desconcentro
sin saber el porqué de estas luchas armadas.

Ya me cansé de tanta aflicción permanente
y pretendo ser gesto sincero que provoque
la sonrisa en tus labios arcanos y profundos.

Por eso me requiero vivir en el presente,
suplicando a mi piel que el amor se desboque
para mostrar miradas y deseos fecundos.

Ignorancia

Vivir en la ignorancia por costumbre,
saberte tan minúscula a ti misma,
sintiendo la conciencia como un cisma
que lejos de saberes te apenumbre.

Todo debido al ego que salumbre,
se revuelve formando una marisma
donde el verbo carece de carisma
sin nada talentoso que lo encumbre.

Qué absurdo ser feliz en las aceras,
desde allí no se alcanza a los luceros,
ni el sol calentará como concibes.

Camina lenta aunque sin esperas,
buscando sin cesar por los senderos,
que tu voz se revele en lo que escribes.

Acerca de Carmen de Tomé

Poética del arrebato (Antología Ultraversal), por Morgana de Palacios, con prólogo de Alejandro Sahoud

Este libro es un perfecto ejemplo de cómo autores de diferentes etnias, nacionalidades, costumbres, educación y condiciones sociales pueden llegar, a través de un mismo idioma, a congeniar poética y humanamente desde su particular idiosincrasia. Está dirigido tanto a los lectores amantes de la poesía de nuestro tiempo como a los que se inician en cualquier camino literario, y también a los interesados en la riqueza léxica del español, a los traductores y a todos aquellos que deseen ampliar sus conocimientos sobre la enorme diversidad idiomática de los países hispanoparlantes.

Es una brillante alianza intercultural a través de la palabra como nexo artístico. Un libro de identificación y búsqueda, escrito para abrir puertas y ventanas emocionales de vital sugerencia en las paredes de cada intimidad.

Prólogo

Me han elegido, o debería mejor decir, he sido honrado con la misión de prologar este libro. Prologar, escribir el prólogo, comúnmente se entiende como escribir un discurso que precede a la obra, en el que el prologuista intenta presentar o explicar al público lector los contenidos de la misma. Explicar una obra conlleva el riesgo de que quien la prologa trabaje en función de su propia subjetividad frente a ella, de sus emociones y de sus símbolos, por lo cual, explicar algo querido, algo que se ha amasado con las manos y en lo que se ha invertido toda la potencia creativa de la que se es capaz, es como hablar de un hijo. Entonces, no explicaré. Presentaré, con aquello que posee el hecho de presentar: gesto y voluntad de acercamiento.

Provocación. Desafío. Así podría calificarse la actitud común o estratégica que define a una vanguardia. Hablo de vanguardia como desafío a lo canónico estableciendo parámetros que no desarticulen las formas expresivas pero que al mismo tiempo irrumpan expandiendo los límites materiales y simbólicos de lo clásico hacia el tratamiento innovador en el lenguaje, como una rehechura de la realidad de la palabra.

Acercarse al autor con códigos alejados de lo preconcebido para un espacio literario virtual, constituyó en Morgana de Palacios lo fundacional de esta esfera diferente.

Ultraversal es, entonces, un espacio creado por una escritora para escritores, donde el autor se reconozca, además, como lector, en un plano de igualdad jerárquica y este hecho le motive en ambas direcciones: la emoción creadora la emoción participativa.

En Ultraversal, como entidad literaria de vanguardia, la premisa básica es la calidad, calidad que se ofrece como un hito diferenciado claramente de la producción literaria inserta en la virtualidad, transformándola en un referente a la hora de medir el valor de un espacio literario. Esta calidad se obtiene a partir del conocimiento de la disciplina artística que se desarrolla, porque un poeta o escritor que no sabe ni leer ni defender correctamente una obra, suya o ajena, siempre se encuentra en desventaja. La calidad se obtiene partiendo del trabajo de conocimiento conjunto. Trabajo del taller técnico y de taller lector, para que los que integran esta corriente literaria cuenten con todos los recursos disponibles para el ejercicio cabal del arte de escribir y del complejo arte de leer y comprender a otro autor. Esto hace a la formación natural de un escritor.

Decía al comienzo: provocación, desafío, incitación. Así se define el “arrebato”.

Podríamos definir entonces “poesía del arrebato” como la expresión que nace, fundada en el otro, aún en el otro que lleva todo autor consigo y que se anima a descubrir a partir de la motivación. La necesidad de la expresión genuina, obedeciendo a la provocación del pulso general y del pulso íntimo, es una característica de los autores reunidos en esta Antología en la que se funden poetas de diferentes registros y coloraturas, de diferentes enfoques y tratamiento poéticos, de diferentes ejercicios y propuestas artísticas, pero bajo un signo común: la búsqueda de la excelencia, de la nueva semántica textual, de la innovación de lo clásico pero trasladado a la lengua, como ente vivo y en constante expansión. Porque si en algún momento la lengua, para ser poesía, deja de ser “lenguaje” abandonará su entidad de espacio donde la plenitud de todos los sentidos se revelan.

Los poetas que aquí se leen, han hecho del desafío Ultraversal la expresión de su propio arrebato, por lo cual, Ultraversal configura un registro altamente poético que se constituye en una obstinación, la de perseguir una forma que a veces anuda y a veces, sencillamente, se dispara.

Acerca de Morgana de Palacios

Entrevista a Silvio Rodríguez Carrillo, por Rosario Alonso

“Creo que cada escritor logra un estilo como extensión de
lo que es él mismo en su totalidad”

Silvio Manuel Rodríguez Carrillo es un escritor prolífico que cuenta en la actualidad con 14 libros publicados, entre novelas y poemarios. Este economista paraguayo posee una amplia formación musical que abarca desde el piano al violonchelo, pasando por la guitarra clásica. Esta circunstancia le ha llevado a lograr una gran versatilidad en el ritmo de sus poemas.

En sus obras literarias involucra al lector para que vaya descubriendo las claves que parten de elementos comunes para llegar a la exclusividad de sus personajes de ficción.

Su poesía no es estática sino que a través de la cotidianidad logra crear un clima diferente donde el Yo poético se involucra de tal forma que consigue transformarse en un ser que siente al enfrentarse a la sociedad que le tocó vivir. Para ello, al igual que ocurre con su prosa, se apoya en elementos filosóficos y teológicos, ciencias de las que es un gran conocedor.

Es,  además, un lector incansable, sobre todo de temas de historia, teología y Kabbaláh.

Silvio Manuel o Duali, como él prefiere llamarse,  tiene un gran sentido del humor, es afable,  amigo de sus amigos y fubolero al mango.

Vamos a conocerlo un poquito más.

1- ¿Qué es la literatura para ti?

La literatura es una escalera en espiral en donde uno nunca sabe si está cerca del principio o del final.

2- ¿Y la poesía?

La poesía es un licor muy complejo, en cuya elaboración lo más sencillo de todo resulta en echarlo a perder.

3- ¿Desde cuándo escribes y qué te motiva a continuar?

Fue en los años de universidad que comencé a escribir más o menos regularmente. Desde entonces y hasta hoy, la principal motivación es el placer inherente al acto de escribir. Disfruto de escribir como un atleta disfruta de entrenar.

4- ¿Cómo definirías tu poesía?

La definiría como dinámica, en el sentido de que aún cuando me repito sobre ciertos temas y en ciertos poemarios, siempre estoy tratando de alternar fondos y formas. Por otra parte, también voy optando entre lograr un poema claro o bien construir uno cerrado destinado a ciertos lectores específicos.

5- ¿Y tu prosa?

Similar a mi poesía, si no igual, puede ser clara y sencilla, como también hermética.

6- ¿Qué influencias literarias han marcado tu manera de escribir?

Hay muchos escritores que admiro, como Gabriel García Márquez y Aldous Huxley, por citar dos extremos entre los cuales hay más de una centena. Sin embargo, al menos a conciencia, es Julio Cortázar el que siempre me ha movido a emularlo, así que es este escritor el que definitivamente me ha marcado en cuanto a la manera de escribir.

7- Tienes muchísimos libros publicados. ¿Cuál de ellos es tu hijo preferido?

De momento, mi preferido es “217 consecuencias de las tierras altas”, en el cual he recorrido un montón de temas y sub temas desde esa visión subjetiva que también busca ser objetiva, desde esa mirada personal que al abordar lo circundante se hace así social. También lo siento como el más variado en cuanto a estilos abordados.

8- ¿Y el más odiado?

No tengo uno que odie, al contrario. A veces suelo hojearlos, leo un poco por arriba y ter-mino riéndome. Esto porque creo que cada libro nuevo tiene menos errores que el anterior.

9- Eres un gran lector y un excelente reseñista. ¿Ha habido un libro que te haya supuesto un antes y un después en tu forma de enfocar la vida?

Gracias por el concepto. Bueno, la verdad es que hay unos cuantos que me marcaron, pero si tengo que nombrar sólo uno, voy por Contrapunto, de Aldous Huxley, con el cual conocí ciertas maneras de mirar y afiancé algunas que ya tenía.

10- ¿A qué público pretendes llegar?

Creo que cada escritor logra un estilo como extensión de lo que es él mismo en su totalidad, y que por ello, se siente bien y busca la compañía de sus semejantes. Por ejemplo, quien disfruta de estudiar teología y este disfrute y conocimiento lo vuelca en lo que escribe, habrá de buscar un lector que, como él, indague sobre teología. Así, pretendo llegar a un público crítico, habituado a buscar errores en cualquier estructura, reglas acertadas ahí donde no hay ninguna escrita, es decir, a un público que no esté habituado a dar por sentado nada.

11- Para ti, ¿qué condiciones debe cumplir el escritor para ser considerado como tal?

Antes que nada debe ser capaz de tomar una postura ante cualquier aspecto de la realidad, tener su propia visión de las cosas, coincidiendo o discrepando en mayor o menor medida con la de los demás. Desde esta visión, desde esta postura es que puede escribir sobre lo que quiera y tendrá validez.

12- Cuál es tu proceso creativo, ¿te sientas a escribir poesía o esperas que la inspiración llegue?

Tengo una rutina bien marcada. Cada noche le dedico a escribir unos 20 a 30 minutos, y luego otra media hora a leer y comentar a los compañeros del foro.

13- ¿Piensas que hay mucho egocentrismo en el mundo poético o que, por el contrario, es un mito?

La verdad es que el único roce con el mundo poético que tengo es a través de Ultraversal, esa es mi experiencia. Y allí no existe el egocentrismo, todo lo contrario.

14- Pregunta polémica, ¿crees que el escritor nace o se hace?

Sin dudas, se nace. Pero esto no quiere decir que no pueda hacerse a un escritor.

15- ¿Crees que la poesía vende?

Estoy seguro que sí.

16- ¿Cómo ves la poesía en la sociedad actual?

Creo que, al igual que la música clásica, mantiene vigorosamente su vigencia, pero dentro de un ámbito más bien excluyente.

17- ¿Qué opinas del formato digital con vistas al futuro?

Creo que los contenidos en formato digital irán incrementándose, y que cada vez serán más los lectores y escritores que se beneficien con ello.

Hasta aquí hemos llegado, Silvio. Seguro que nuestros lectores ahora te conocen mejor. Te agradezco contar con tu presencia.

Rosario, gracias a vos por la atención y te aseguro que la he pasado muy bien compartiendo este momento, que espero alguna vez se repita. Un abrazo.

No sé si estoy / Algo de febrero / Carta para mi hijo, por Alex Augusto Cabrera

No sé si estoy

miro el reloj
una y veintidós ya es otro día
el Discovery pasa su serie del perfecto orden
siete sherif gorilas contra un preso
cambio de canal y el ozono se sigue derritiendo
Maravillas Modernas me espera en el canal de historia

solo pienso en mi hijo
tanto mar tantos lustros tanta ausencia

nada cambia y yo sigo esperando
bebiéndome la una a las tres quince

la vida es muy difícil si estás preso
yo solo sé que hay catorce inviernos
y demasiada nieve en cada uno
sin hijo sin madre y sin espera

el buen reloj cambia otra vez
su malnacida hora

todo será después
es lo que me sobró del otro siglo

God bless América

estoy aquí

en esta cárcel light

Algo de Febrero

no me duele el adiós me duele el nunca

febrero nuevamente que golpea
mis ganas de correr

a tres pasos comienza la montaña

arriba allá muy lejos
de esta tierra que piso
hay una gran señal que alumbra verde

las dos y dieciséis sigo esperando
marzo es otra renuncia
y en este gran silencio
mis ansias y mis manos se hacen viejas

todo está solo aquí
solos los sueños
la vida que dejé
y el sexo en pausa

cada quien a lo suyo yo a mi tumba
es otra madrugada y voy sin fe

pero a las seis regresa lo de siempre

Carta para mi hijo

Dios sabe que elegí otro camino
Dios sabe que lloré
moqueé aquí como un perro
de fracasos no hablo
de reencuentros quién sabe
acá puteamos todos
las horas del reloj
la cama sola

mañana siempre es luego
nada dura
sin embargo
por favor ten en cuenta
que tu padre luchó con tanto nunca
con días repetidos con mil sombras
que llegaban de allá de tus tres dientes
de tu primera lágrima
de los golpes
de tu segundo veinte en el cuaderno

era un padre feliz y eras mi niño
hoy eres todo un hombre
y yo aquí
sigo siendo un tal vez
en el minuto nuevo de esta hora

no te pude ayudar con tu tabla del seis
con tu segunda novia con tu rabia
de ser un hijo solo
pero estoy
como la voz que jamás se marchó
y a nueve mil kilómetros
te amo

llora cuando me escuches y recuerda
que soy el otro uno
aquel que te engendró para que seas
mi última palabra en este exilio

moriremos los dos mas nunca olvides

que tu padre no huyó

Acerca de Alex Augusto Cabrera

Isabel Reyes Elena – España

Des-vivirse

Voy a sellar mi boca con su melancolía.

Voy a tapiar mi mente y toda la barroca amargura de los versos que no terminan de definirme.
Voy a cerrar la puerta sin echar la vista atrás y a subir las persianas para sentir el aire fresco en las mejillas.

Voy a volar.

Podría hablar de tantas cosas…

He amado y me han amado, conocido medio mundo, cuidado cuerpos mutilados y heridas ajenas olvidando las mías, pero todo lo estropea la dichosa nostalgia de ti.

Debería haberte metido en el frigo hace muchos años. Sentir el resentimiento que te ganaste a pulso, para librarme de escribir mediatizada por tu recuerdo.
Me jodiste la vida.

Va siendo hora de no eludir el odio, pero si dedicara el tiempo que me queda a sentirlo, seguiría siendo una víctima del recuerdo.

El pasado, pasado está.

Hoy me apunto al olvido.

Isabel, estás en ese punto en que lo que pasó es mucho más que lo que se vislumbra. Ha sido largo y difícil, muy difícil, pero jamás intentaste acortarlo.

Has sido valiente para enfrentar la vida y leal con tus amigos, aunque algunos terminaran como despojos y te frustraran.

Tampoco te quejaste demasiado cuando alguien te consideró exclusivamente como una médico útil y precisa.

En el fondo, reconócelo, siempre te satisfizo que te necesitaran.

No tuviste nunca grandes ambiciones ni se te ocurrió pensar que la humanidad estuviera en deuda contigo, así que tampoco esperaste grandes compensaciones, ni premios, ni regalos.

Buscabas la paz y es casi lo que tienes.

Buscaste amor y todavía te late el corazón para la entrega.

Al final, Isabel, naciste mansa y heredaste la tierra.

¿Se puede pedir más?

Acerca de Isabel Reyes Elena