Sobre un poema de Eugenia Díaz Mares, por Solange Schiaffino
Terminé de apagarme
Aquel día yo terminé indigesta
por tanta pesadumbre que despoja
la poca luz que queda en mi camino,
terminé de perderme entre esas cosas
con espinas y púas en mi maleta,
que le he pedido al mar que me recoja
porque he perdido todo y estoy muda,
me mutilo la piel entre las sombras
para sentirme viva en la negrura.
Es un fraude mi vida y soy la autora
sin un trébol colgando de mis labios
no me sirven de nada letras rotas,
sin poder reciclar ningún recuerdo
hacerlos luz y risas de las sobras.
Ya no tengo mi outfit de entusiasmo
el desánimo y cansancio me ahoga,
por luchar tanta guerra sin sentido
se me cayó la vida gota a gota.
Este trabajo me ha motivado muchísimo por la fuerte emoción que transmite, por ello deseo leerlo en tres niveles: 1) creación, 2) técnica y 3) mensaje
Creo que es un texto que tiene muchas puertas desde las cuales crecer en muchos sentidos. Así que ahí va mi intento.
1) Lectura –> visión creativa
«por tanta pesadumbre que despoja
la poca luz que queda en mi camino,
terminé de perderme entre esas cosas»
Una imagen visual muy directa y potente de oscuridad y que a la vez, transmite una sensación táctil en ese estar despojada. El entorno de ese yo poético entra con la fuerza que pondrá el marco emocional introduciendo muy bien el poema.
«me mutilo la piel entre las sombras
para sentirme viva en la negrura.»
Esta imagen es poderosa y viene a ser una especie de resolución o consecuencia muy conectada a la imagen que comento antes. Visión y tacto presentes para unirse en una emoción desoladora, porque finalmente el dolor físico de ese mutilar, está queriendo conectar con el dolor emocional como si de ese modo se pudiese tener más control de él. De ahí que me resulte muy potente esta imagen, además de original.
«Es un fraude mi vida y soy la autora
sin un trébol colgando de mis labios»
Hermosamente escrita esta desesperanza, que pone la responsabilidad en sí misma y esa incapacidad de desearse una buena suerte, un poco de optimismo. Ese trébol en los labios es una construcción muy especial en este punto del poema. Porque en el fondo sí transmite un subconsciente de querer, de anhelar, de saber que se puede ser capaz de ponerse a día con la esperanza.
«no me sirven de nada letras rotas,
sin poder reciclar ningún recuerdo
hacerlos luz y risas de las sobras.»
Letras rotas, reciclar, hacer luz de las sobras, son todas imágenes muy creativas para hablar de esa cuota de imposibilidad cuando la perspectiva está teñida de tanta desolación. Es muy coherente y forman un sustento creativo que no cae en un simple cliché.
«Ya no tengo mi outfit de entusiasmo»
Pues qué pinta que tiene este verso, claro que es un acierto en esta búsqueda de sentirse bien. Aquí con una imagen que nos refleja ese símil con la apariencia, y es que claro que el desánimo seguirá desvaneciendo a ese yo si solo busca una tenida externa para sentir el entusiasmo de vivir. Es un hallazgo en el poema llegar a esta estrofa e ir descifrando con sus imágenes la desolación y verla escrita en poesía.
2) Lectura técnica
Aquí seré muy humilde, porque en términos de poesía rimada soy una simple aprendiz.
(Aquel día yo terminé indigesta) –> prescindiría de este verso para centrar la mayor fuerza del sentir en el 4º
P(p)or tanta pesadumbre que despoja (O -A)
la poca luz que queda en mi camino, (I – O)
terminé de perderme entre esas cosas (O – A)
con espinas y púas en mi maleta, –>(E – A) 12 sílabas ¿qué tal «con espinas y púas como abrigo»? rimas en (I -O) para mantener el par
que le he pedido al mar que me recoja (O – A)
porque he perdido todo y estoy muda, (U – A)
me mutilo la piel entre las sombras (O – A)
para sentirme viva en la negrura. (U – A)
Es un fraude mi vida y soy la autora: (O – A)
sin un trébol colgando de mis labios (A – O)
no me sirven de nada letras rotas, (O – A)
sin poder reciclar ningún recuerdo (E – O)
hacerlos luz y risas de las sobras. (O – A)
Ya no tengo mi outfit de entusiasmo (A – O)
el desánimo y cansancio me ahoga; (O – A) –> el acento que recae en la 7ª rompe el ritmo ¿qué tal «cansancio y desánimo me ahogan»?
por luchar tanta guerra sin sentido (I – O)
se me cayó la vida gota a gota. (O – A) –> aquí propongo un cambio en ese cayó que explicaré más abajo.
Es un trabajo que conjuga bastante bien, su ritmo y sus métricas con la profundidad del contenido, salvando algunos detalles.
3) Lectura del Mensaje
Un poco la he ido introduciendo al destacar esos versos tan bellos, que no por eso dejan de tener mucha poesía y ser profundamente desoladores.
Veo desde ese título, «Terminé de apagarme», como si una crónica de muerte anunciada hubiese decretado ese inevitable desenlace de verse «deshecha gota a gota». Aquí creo que se debería cambiar ese «cayó», porque es un verbo, que además de quedar algo impreciso, semánticamente con ese «se me cayó», parece como si la vida se cayó encima de la voz poética y por tanto, del todo no se cayó si todavía estás ahí explicándolo. Creo que el mensaje sería un «fue cayendo mi vida gota a gota» o «se evaporó mi vida gota a gota».
El poema completo va entregando los motivos de ese sentimiento de desolación y los intentos y deseos del hablante por hacerle frente, pero sentirse incapaz. Es claro que su mirada está tan afuera de sí mismo en ese contexto tan hostil, porque su mirada está en medio de esa poca luz que le queda.
Digresión final:
Sin duda, ha llegado al final de un camino y no hay luz, hay un muro imposible de atravesar, pero eso no es el problema. El tema es la frustración de no alcanzar a traspasar ese muro o arribar a ese lugar por ese camino, lo que se vuelve una guerra inútil… por cierto que ahí no habrá dicha, pero ¿qué tal si mirase adentro y viera la luz que ondea firme en su subconsciente? En sus certezas de querer sentirse bien, de saber que la risa es lo que le agrada, que las letras son una herramienta, que la necesidad de su bienestar es algo deseado, quizás podría ver el verdadero camino y no estar perdida.
Eso puede significar regresar a la propia luz, la interna y dejar de ser ese fraude, porque donde uno es una misma es ahí con una en su propio yo y ahí se es extraordinariamente única y bella y todo lo que necesita es tomarse a sí misma de la mano y llevarse a un lugar seguro.
Pues aquí me fui del mensaje, y lo meramente poético.
Quería decir que lo más importante para la resiliencia, ya está en el mismo poema porque constituye un tremendo medio para el autoconocimiento, y me atrevo a decir que alberga un maravilloso regalo que da la vida para que se pueda avanzar con el amor más grande que podemos recibir: el amor propio.
Independiente de cuanto dolor o injusticia experimentemos, la oscuridad más dura es aquella que nos impide valorar todo lo que somos.
Pues que en definitiva, me ha gustado. Me he podido ver ahí, me ha transmitido y he admirado la valentía con que se ha mostrado ese punto en el que la desolación nos sobrepasa y es justo es momento vital en que el mayor regalo es morir a ese dolor, renaciendo en ese retorno a nuestro origen.
Es que lo he vivido intensamente.
Independiente si el tema gusta o no gusta. La buena poesía no sabe de temas exclusivos.