Romances cruzados, varios autores

La propuesta consiste en tomar uno o varios versos del poema de otro autor y escribir un romance en base a ellos, a modo de respuesta.

Romance de noviembre

El frío frota sus manos
mientras tirita noviembre
al calor de las bufandas
que como piel de serpiente
impiden el vaho helado
que en las bocas se desprende.
.
La magia sale en mi ayuda
desde el fondo de noviembre
como el sombrero de un mago
que saca un nuevo aliciente
para que crucemos versos
mostrando el alma o los dientes
y escribir como se escribe
sobre la piel o en papeles
con el corazón abierto
para atraer a la suerte.
Nada nuevo bajo el sol
para encontrarnos de frente.

El mes que comienza triste
es el mismo mes de siempre.

Rosario Alonso


Desde el fondo de noviembre (Rosario Alonso)

Desde el fondo de noviembre
me viene un regusto amargo
porque cumplo un año más,
no voy a llamarme a engaño
pues la nostalgia se instala
de nuevo sobre mis labios.

Llevo tanta carga encima
por aquello que he pasado,
y lo que me está ocurriendo
con este cerebro extraño
que se volvió del revés
y ya no admite milagros
que incapaz soy de narrar
y escribir como un disparo
como lo hiciera hace tiempo
como escribiera yo antaño.

Es por ello compañeros
que os pido con humildad
no me soltéis de la mano
y disculpad mis poemas
pues muchas veces desbarro.

Isabel Reyes


pues la nostalgia se instala
de nuevo sobre mis labios.
Isabel Reyes


Guardo una pira de agua
en el hueco de mis manos.

Quiero volar las palomas
que anidaban en mis labios
pero solo crece un yermo
paisaje deshabitado.

Ya no me lleva en volandas
ese olor a pan tostado
ni las flores del camino.
El mar se ha ido secando
y la barquita de nube
encallada sobre un banco
llora en un mapa infinito
hecho de añicos pasados.

¿Dónde la emoción tardía?
¿Dónde el hueco de un abrazo?
El silencio se hizo sombra
sobre el brocal de mi canto.

Ana Bella López Biedma


que quiero olvidar pues llegan
igual que el viento solano
y me asaltan con tal fuerza
que se me van de los manos.
(Isabel Reyes)


Rasguño desde el silencio
el silencio a mi costado
y si golpeo en mi pecho
como en un tambor amargo,
la resonancia rechina
la voz de un noviembre extraño.

Tan extraño este noviembre
de restos evaporados
que sobre el cristal me dejan
un aturdimiento apático,
como un sol que ya no es sol
porque el canto ya no es canto.

Miro la luz y mis ojos
solo ven jirones magros,
como si el tiempo muriera
en un estertor sin pálpitos
arrastrado por un viento
todo de cuchillos álgidos.

¿Dónde el sosiego, noviembre?
¿Por qué oscuro el escenario?
¿Por qué la espira se angosta
sobre el cuero quebrantado?
¿Por qué esperar a mañana?
¿Por qué no morir temprano?

Noviembre, sin las respuestas,
junto a mí, pasa de largo.

Álvaro Font de Lajas


Tan extraño este noviembre
de restos evaporados
que sobre el cristal me dejan
un aturdimiento apático,

(Alvaro Font de Lajas)


Con el olor del membrillo
llegó de súbita forma.
Apagando los colores
se coló trayendo sombras
acompañadas de lágrimas
que mojan el triste ahora.
Tornó el calor por abrigo,
cobijo con que se ahoga
el canto calmo del agua
mientras que en el cielo trona,
callando a los gorriones
dejando sus alas rotas.
Arrancó en cada suspiro
anhelos que el tiempo forja
para cubrir con lamentos
un rastro de mustia alfombra.
Y entorno mis tenues ojos
al igual que hace la aurora,
para ver si se abre el alma,
para ver si un verso asoma
y brote la flor que cese
la amargura que hoy me colma.

Santiago Vázquez


¿Dónde el sosiego, noviembre?
¿Por qué oscuro el escenario?
¿Por qué la espira se angosta
sobre el cuero quebrantado?
¿Por qué esperar a mañana?
¿Por qué no morir temprano?

(Álvaro Font de Lajas
)

Eso me pregunto yo
estimado compañero
si ha llegado la tristeza
a empaparnos el pañuelo
y a romper todos los mapas
con que tocamos el cielo.

Sí se ha esfumado la magia
aunque aquí quede su hálito
ese que siempre nos daba
la alegría y el encanto
el valor de la amistad
y que hoy solo son llanto.

Lloremos juntos amigo
enterremos nuestro espanto
porque sé que donde esté
nos protege con su manto.

Isabel Reyes


Porque sé que donde esté
nos protege con su manto.


Isabel Reyes


Verdaderos del dolor
hijos míos empapados
de todo lo que una herida
pueda doler de arrebato,
de ardientes letras ahora
que llego a oír y mi canto
suena frágil luz quebrada
deshaciéndose en el pasto
antes de las madres verdes.

Dejadme agitar badajos
y ser una sola lágrima
por el papel de tabaco.
No pido a un dios. Solo pido
romper la copa y sajado
lloverme esta noche juntos.

Raúl Muñoz

El español moderno

por Isabel Reyes

La Real Academia de la Lengua dará a conocer próximamente la reforma de la ortografía española, que tiene como objetivo unificar el español como lengua universal de los hispanoparlantes.

Con carácter exclusivo damos a conocer un documento reservado que revela cómo se llevará a cabo dicha reforma. Será una enmienda paulatina que entrará en vigor poco a poco para evitar confusiones. La reforma hará mucho más simple el castellano de todos los días, pondrá fin a los problemas de ortografía, y hará que nos entendamos de manera universal quienes hablamos esta noble lengua.

De acuerdo con el expediente secreto, la reforma se introducirá en las siguientes etapas anuales:


1. Supresión de las diferencias entre c, q y k. Komo despegue del plan, todo sonido parecido al de la k será asumido por esta letra. En adelante, pues, se eskribirá kasa, keso, Kijote.

2.También se simplifikará el sonido de la c y la z, ke convierten todas estas letras en un úniko fonema: s. Kon lo kual sobrarán la c y la z: «el sapato de Sesilia es asul.»

3. Por otro lado, desapareserá la doble c y será reemplasada por x: «Tuve un axidente en la Avenida Oxidental». Grasias a esta modifikasión los españoles no tendrán ventajas ortográfikas frente a otros pueblos hispanoparlantes por su estraña pronunsiasión de siertas letras.

4. Así mismo, se funden la b kon la v; ya ke no existe en español diferensia alguna entre el sonido de la b larga y la v chikita. Por lo kual, a partir del segundo año, desapareserá la v y beremos kómo bastará kon la b para ke bibamos felises y contentos.

5. Pasa lo mismo kon la elle y la ye. Todo se eskribirá con y: «Yébeme de paseo a Sebiya, señor Biyegas». Esta integrasión probokará agradesimiento general de kienes hablan kasteyano, desde Balensia hasta Bolibia. Toda b será de baka, toda b será de burro.

6. La hache, kuya presensia es fantasma en nuestra lengua, kedará suprimida por kompleto: así, ablaremos de abichuelas o alkool.

7. A partir del terser año de esta implantasión, y para mayor koerensia, todo sonido de erre se eskribirá con doble r: «RRoberto me rregaló una rradio». No tendremos ke pensar kómo se eskribe sanaoria, y se akabarán esas complikadas y umiyantes distinsiones entre «echo» y «hecho».Ya no abrá ke desperdisiar más oras de estudio en semejante kuestión ke nos tenía artos.

8. Para ebitar otros problemas ortográfikos se fusionarán la g y la j, para que así jitano se eskriba komo jirafa y geranio komo jefe. Ahora todo ba con jota: «El jeneral jestionó la jerensia». No ay duda de ke esta sensiya modifikasion ará que ablemos y eskribamos todos con más rregularidad y más rrápido rritmo.

9. Orrible kalamidad del kasteyano, en jeneral, son las tildes oasentos. Esta sancadiya kotidiana jenerara una axion desisiba en la rreforma; aremos komo el ingles, que a triunfado unibersalmente sin tildes. Kedaran ellas kanseladas desde el kuarto año, y abran de ser el sentido komun y la intelijensia kayejera los ke digan a ke se rrefiere kada bocablo. Berbigrasia: «Komo komo komo!»

10. Las konsonantes st, ps o pt juntas kedaran komo simples t o s, kon el fin de aprosimarnos lo masimo posible a la pronunsiasion iberoamerikana. Kon el kambio anterior diremos ke etas propuetas osionales etan detinadas a mejorar ete etado konfuso de la lengua.

11. Tambien seran proibidas siertas konsonantes finales ke inkomodan y poko ayudan al siudadano. Asi, se dira: «ke ora es en tu relo?», «As un ueko en la pare» y «La mita de los aorros son de Elisabe».

12. Entre eyas se suprimiran también las eses de los plurales, de manera que diremo: «la mujere» o «lo ombre».

13. Despues yegara la eliminasion de la d del partisipio pasao porque el uso a impueto ke no se diga ya «bailado» sino «bailao», «erbido» sino «erbio» y «benido» sino «benio». Igualmente se impondra la kanselasion de lo articulo. Kabibajo asetaremo eta kotumbre bulgar, ya ke pueblo ya no manda, al fin y al kabo.

14. Dede kinto ano kedaran suprimia esa de interbokalika ke jente no pronunsia. Adema, y konsiderando ke latin no tenia artikulo y nosotro no debemo imbentar kosa que nuetro padre latin rrechasaba, kateyano karesera de artikulo. Sera poko enrredao en prinsipio, y ablaremo komo fubolita yugolabo, pero depue todo etranjero beran ke tarea de aprender nuebo idioma rresultan ma fasile. Profesore terminaran benerando akademiko ke an desidio aser rreforma klabe para ke sere umano ke bibimo en nasione ispanoablante gosemo berdaderamente de idioma de Serbante y Kebedo.
Eso si: nunka asetaremo ke potensia etranjera token kabeyo de letra eñe. Eñe rrepresenta balore ma elebado de tradision ispanika, y primero kaeremo mueto ante ke asetar bejasione a simbolo ke a sio korason bibifikante de istoria kastisa epañola unibersa.

Amanesera y beremo.

POESÍA DE ISABEL REYES

Y tú no estás


No queda tiempo ya

No queda tiempo ya.
Se escurre de puntillas despoblándome,
halo de luz que deja
huellas tenues de seda parecida
a la estela nocturna de un caracol que escapa.

Se alejan los recuerdos.
Un frenesí de sombras como un río
agitando su propia inexistencia
que adelgaza la vida lo mismo que un silbido.

Ningún camino acoge
el arrastrar del paso que soporto.
Retrocede el aliento hasta su génesis
para intentar decir palabras sanas,
pero un silencio viejo
agotado de andar entre los dientes
anega los sembrados de mi voz.
Tropiezo al escapar con mis deseos,
a tientas los descubro
y son viscosas formas
que al intentar asirlas
como peces escapan.

Nada sé del destino, y el pasado
me ofrece sólo sombras deslizándose,
apresurada brisa que se convierte en tiempo,
en tierra, en polvo, en humo, en nada.


Ave de paso

Nunca sé cuando llega ni cuando va a emigrar,
es un ave de paso que lo mismo detiene
el curso del otoño, que rasga primaveras.

Puede encontrarme oyendo esa rapsodia in blue
que ciñe a los crepúsculos el malva de sus notas
o dejando en mis versos todo cuanto traspasa.

Hay veces que es el alba quien me lleva hasta ti
haciendo de infinito, para que sienta el peso
de las alas caídas, refugio de lo oscuro.

Yo no sé si te alejas, soledad, cuando cruzas
este abismo ignorado o vienes a dejarme.

POESÍA DE ISABEL REYES

Miniaturas

I
Hoy vuelvo a mí
sobre un campo de minas.
No sé si explotará en mis manos
ni quién morirá primero:
El poema o yo.

II
Lo que con pureza es contemplado
siempre es puro.
La rosa me observó:
se tornó mi pupila
Inflorescencia.

III
Soy más pequeña
frente a lo pequeño.
Virutas, minas, papeles arrugados,
añicos, restos todos, escuchadme
os estoy suplicando un infinito.


IV
¿Por qué esta luminosidad insoportable
si dejé el sol por tierra, acuchillado?
Yo apenas respiraba…
Ahora ciega la luz.

Hoy es otra oscuridad la que destella.


El poema ya está escrito

El poema ya está escrito
porque todas las palabras están en este mundo.
Hay al pie de los ojos un prado de palabras.
Están las de la introversión
las de la afirmación perfecta.
Están las palabras del canto de la noche
Incluso están, tan tuyas, tus palabras.
Tan solo hay que ahuyentar las que no sirven,
llenar el cuentagotas
depositar el líquido esperando el contraste.
Palabras ligeramente radioactivas.
Ir apagando en silencio las demás
colocar las cortinas, ajustar bien la tapa
y reducir el lenguaje a su esqueleto.

Que algún poeta me borre la hojarasca.

ESOS DEBATES

Sobre una décima de Isabel Reyes Elena y contrapunto

Imagen by Mylène

Origen:

La incoherencia es la norma
de aquel que nunca es capaz
volar alto cual rapaz
y con todo se conforma.
Pues son sus vuelos la forma
de no mostrar la ignorancia,
mas siempre haciendo jactancia
de la oscuridad del verso
obsceno a veces, converso
en salvaje extravagancia.

II

En su lengua de serpiente
ya no cabe más veneno,
su boca no tiene freno
y todo aquello que cuente
es producto de una mente
que nunca está en sus cabales,
sus discursos, anormales:
lo mismo da una sardina
que una vieja con sordina
y es el menor de sus males.


Contrapunto:

Más que ignorante, maligno
parece ser el mentado
que merece tal dechado
de insultos de un mismo signo.
Seguro que soy indigno
de limpiarle los zapatos
a este señor pelagatos,
pues con tanta jerarquía
coronas con tu poesía

al rey de los mentecatos.


Observación sobre poema de origen

Me parece que en estos versos

de aquel que nunca es capaz
volar alto cual rapaz

falta una preposición «de»: «capaz de volar…»


Réplica:

La elipsis de la preposición está admitida en poesía, y además si se añade la «de» se sale de métrica, no sería un octosílabo.

Observación sobre poema de contrapunto:

Advierto en su décima una sinéresis que a mi oído resulta forzada:

pues con tanta jerarquía
coronas con tu poesía
al rey de los mentecatos.


Réplica:

A raíz de tu respuesta he revisado un poco, y no me sorprendió comprobar que Salvador Rueda y Miguel Hernández hacen sinéresis en «poesía»: me quedo tranquilo.


Observación sobre el poema de origen:

Choca mucho la elisión de la preposición en el 3er. verso de la primera décima.

Suena mal, forzada, ya que es una elisión impropia dentro de la construcción que la incluye y no hay nada que funcione como sustituto. Opción: de altos vuelos cual rapaz.

Reflexión fonética 1:

En realidad, ha pasado mucha agua bajo el puente y si bien la norma gramatical señala que las vocales fuertes o abiertas son hiáticas entre sí cuando confluyen dentro de un vocablo, en el momento en que la norma se elaboró ni la fonética ni la fonología tenían el peso que ahora tienen y las reglas de idioma iban en una función más direccional sin respetar las diferencias de localía, ya que cuando se sistematiza, se sistematiza al bulto y las excepciones se engloban dentro de ese bulto.

Así que el justificativo de que Juan, Pedro o Magoya use diéresis o sinéresis en determinadas conjunciones vocálicas no es una «excusa» válida per sé, sino que responde a que tanto la diéresis como la sinéresis son fenómenos fonéticos que pueden encuadrarse perfectamente como hechos del habla en quien las emplea.

Esa es la realidad.

El que es hiático o dierético, leerá una sinéresis reprochable si el que la utiliza es sinerético o antihiático y eso es independiente de que la haya usado o dejado de usar algún prócer de las letras.

Es muchísimo más sencillo justificar el asunto en base a la verdad: la sinéresis es un hecho del habla que ocurre no solo en Latinoamérica sino también en varias regiones de España y la diéresis, otro tanto. Eso es lo real.

En casos como este, es más necesaria una explicación científica de la lengua, basada en estudios fonéticos y fonológicos, que ampararse en lo que tal o cuál hayan hecho en un determinado momento y en un determinado poema, ya que el que es sinerético hará sinéresis «siempre» (aunque ningún sinerético hace en la práctica oral todas las sinéresis que parecieran serlo y ahí sí entra tangencialmente la norma acentual de la curva sonora) y no como una elección para cuadrar metro, igual que hará diéresis el dierético.

A uno y al otro les sonará horripilante lo que no entra en su vocalización natural pero la realidad es que la vocalización existe, que existe la fonética natural de cada región y que, como vengo proponiendo hace ya demasiado tiempo, hay que leer no solo al poeta sino a su región y a partir de allí, entender por qué lo que disuena a unos es natural en otros.

La lengua es ciencia pero el sentido común no le viene mal a nadie.


Réplica:

No hay, que yo sepa, estudios de fonética y fonología que hayan avanzado decisivamente en este tema: entre tanto, seguimos escribiendo y opinando.


Reflexión fonética 2:

Por difícil que parezca asumirlo, la fonética y la fonología han tenido siempre un peso definitivo, aunque bajo los nombres de prosodia y ortología.

Esa norma gramatical que supone límites silábicos entre vocales «fuertes» viene de interpretaciones erróneas de la Escuela de York (Beda el Venerable y su panda), que carecían de referentes orales porque ya no quedaban hablantes de «latín» en Britania cuando ellos determinaron que la diferencia entre latín escrito y el romance que se seguía hablando en otras geografías se correspondía con que el escrito era modelo del hablado (y no viceversa), y consecuentemente decidieron que si una vocal era descrita como larga y otra como breve, era porque una duraba dos tiempos y otra uno, y, a partir de ahí, ¿cómo iba a ser posible que dos vocales ocupasen un solo tiempo, menos aún si una de ellas era larga?

Dispersados los centros de estudios latinos de Italia e Hispania por las invasiones, York quedó como meca del saber. Alcuino (de York) fue contratado por Carlomagno para instruir a la aristocracia franca en el «latín» que supusieron «de los romanos auténticos» (para fundamentar su mando, los francos inventaron genealogías que los entroncaban con los patricios fundadores de Roma), que aprendieron como lengua extranjera a partir de suposiciones basadas en la escritura; al romance o latín nativo que hablaban los galorromanos lo denominaron «vernáculo» (habla de esclavos).

[Imaginad a un francés suponiendo que tiene que hablar según la ortografía de su lengua, articulando cada letra; o a un inglés. Pues ese mismo despropósito siguieron los carolingios con respecto al habla latina, y además tuvieron el descaro de decirle a los nativos que su propia lengua, en realidad, se hablaba así, pero que ellos como nativos eran ignorantes].

El mester de clerecía sigue el precepto yorkiano (foráneo) de escandir separando vocales en sílabas distintas («sílabas contadas»), contrariamente a la lírica popular que seguía el precepto latino (autóctono) que tiende a la sinalefa y la sinéresis naturales en latín y en las lenguas romances.

Por influjo de la Escuela de York, a través de las Reformas Carolingias, se mantuvo durante el medievo una idea del latín como modelo de dicción (y escansión) hiante. Nebrija, en su segunda parte de la Gramática, todavía entiende que cada vocal tiene una duración temporal y que por tanto lo «correcto» debería ser mantener cada vocal en una sílaba distinta, aunque observa que en la realidad no sucede así.

A partir de los preceptos yorkianos, la gramática ha solido considerar las vocales como entidades con independencia silábica, aunque los tratados de prosodia y ortología (y la práctica versificadora) registraban lo contrario.

Las Academias de la lengua están próximas a desdecir el juicio normativo que han mantenido (con altibajos) hasta ahora acerca de las combinaciones de vocales.

Intervienen: Isabel Reyes (España)- Jorge Busch (Argentina) – Eva Lucía Armas (Argentina) – Gavrí Akhenazi (Israel) – Antonio Alcoholado (Indonesia)

VERSO RIMADO

Canción de hojarasca

Antonio Alcoholado

Venían de lejos
y todas en una,
sus pieles las horas distintas del sueño,
sus voces las luces detrás de la bruma.

Venían del tiempo
de entonces y nunca,
de allende la noche
y sitios sin dónde.

Traían palabras y canto,
su son para hijos sin suerte,
los mismos muchachos descalzos
por esos rincones de siempre.

Cantaban de un árbol
secreto en su selva durmiente,
un árbol cargado de hojas
guardianas de sombra:

«El viento en las ramas, sin nadie que mire…
Las hojas al viento, sin nadie que escuche…
El viento y las hojas, quietud y silencio terribles
de quienes aguardan tu lumbre…»

Y nadie percibe
ni nadie descubre
al pobre muchacho que pierde los ojos
en este paisaje sin fondo

y encuentra el amor de la madre,
y entiende su herencia de niño:
la sombra que abrigan guardianes
de pecho encendido

y sigue creciendo en los márgenes
de tanta hojarasca que intuye el camino.



Me quedo ensimismado
como si me encontrara en otro mundo,
no reconozco nada,
solo a mí yo iracundo
que busca la respuesta a esa pregunta
que nadie ha formulado…
Me abstraigo en lo profundo
de lo que ha provocado en mi persona
el giro en la manera en que despunta
la inmensa soledad
con que esta realidad
se posa en el abismo de mi encierro.
Preparo la bañera,
que el agua limpie el mal de este pecado,
aunque solo por fuera
pues dentro está todo contaminado
– que allá, en el otro lado,
al cruzar la frontera,
al menos me reciban aseado.
Con mis mejores galas
– vestido elegante y afeitado –
entorno el alma antes que el gatillo
dispare el arma que en mi mano apunta,
justo en este momento
al que solo me enfrento,
para acabar con todo
y hundirme así en el lodo
del que he salido a flote en cada intento
que no tuve valor.
Apuro hasta el final un cigarrillo,
me deja un sinsabor, fugaz, amargo;
anoto sin detalle un gris lo siento
en un papel que saco del bolsillo;
evito despertarme del letargo
para no arrepentirme…
me invento una sonrisa
y rezo porque todo sea deprisa.

Diario de un suicida

Santiago Vázquez



Isabel Reyes

Malabaristas

Aquí o allá, todo es lo mismo,
Todo sucumbe y gira alrededor del miedo,
en el centro del vértigo. Todo busca caer.
Somos malabaristas sobre un centro
de gravedad que busca el extravío,
seres encaramados en el aguijón-vértice
de este tiempo cambiante, brevísimas catástrofes
que están balanceándose y evitan la caída
con cortos equilibrios inestables,
ingenuos trapecistas que no saben
que hacen sus aspavientos en una cuerda floja.

ARTE MENOR

Desde el principio del fin
tengo un sueño recidivo
que no se atiene a los tiempos
de júbilo o de castigo
ni al intelecto disforme
sobre el que ejerce dominio
como un virus melancólico
que actúa en el organismo
mutando desde su génesis
de escándalo fronterizo.

Porque se niega a morir
y ser pasto del olvido,
o quizás porque, inconsciente,
tengo una deuda conmigo,
desde el principio del fin
-cuando el orbe está dormido-
surge cruzando el umbral
de la emoción, sin permiso
y se adueña de mi cuerpo
como un amante furtivo.

Más allá del verbo amar
sin plantearse objetivos,
tiene lo mejor de mí,
lo más feraz, lo más vivo,
lo que no le entrego a nadie
sea amigo o enemigo,
aquello que me hace hermosa
ante un hombre sin prejuicios.

Desde el principio del fin
tengo una deuda contigo
que te pago con el alma,
el corazón y el instinto.

Cuando el fin llame a la puerta
y hayan muerto los caminos
entre tu boca y mi boca,
todo un mundo se habrá escrito.

Más allá del verbo amar

Morgana de Palacios



Rosa de pólvora

Isabel Reyes

Aunque fui rosa de pólvora
y me creía una Xana
hoy las luces de mis iris
son dos barcas congeladas.
Cuarenta días lloviendo
tan fuertemente en mi hábitat…

Entre mis manos y el aire
supimos construir un arca
para salvar a un abril
que en invierno se mutaba.

Hoy al fin el sol reluce
y me lava la nostalgia
regalándome raciones
pequeñitas de esperanza.
Es claridad todo el mundo
y la alegría me llama
como un allegro vibrante
que en mi tempo se instalara
transformando la armonía
mis ojos en luminarias.

Vuelvo a ser rosa de pólvora
en la mar de mis entrañas.



Tengo los ojos nublados
y como cántaros llenos,
en este dos de noviembre
cuando en silencio comemos
extrañando tu presencia.
Sé bien que no te veremos
pero anhelamos sentirte
feliz, sana, recibiendo
golosinas y comidas
que en el altar te ponemos.

La soledad me ha agrietado
en estos años tan negros
cargando tanta tristeza,
que suelto al irte escribiendo
con un caudal de morriña
versos, rimas y recuerdos
que no puedo pronunciar
por el dolor en mi pecho.
Al apagarse tu luz
de mí van quedando restos.

Restos que voy levantando
con el suelo en movimiento
y mi lámpara apagada,
para que veas que ha vuelto
tu madre que no se rinde
mi ofrenda es todo mi esfuerzo,
necesito de tu hombro
aunque sea mientras duermo
en esta senda invernal
donde te busco a lo lejos.

Ofrenda de día nublado

Eugenia Díaz Mares

SONETOS

Henrry Di Spirito – Solange Schiaffino

Te presiento

Estar sin mí, sin lengua y sin sonido
incognito de todos y en la nada.
Dolor sobre el dolor de la tonada
que asoma su rumor inadvertido.

Me alejo de mi centro indefinido
sobre una cuerda floja o mal tensada
un poco a tientas, ser a ser, callada,
labio a labio, la noche, que se ha ido.

Sólo el sudor sobre el sudor, la mano
sobre mi mano, muro a muro, adiós
sobre el adiós, lo siento en el lo siento

no puedo en el rumor, rugir lejano
del labio sobre el labio, dos a dos,
piel a piel, verso a verso. Te presiento.

Henrry Di Spirito


Lo siento

Cuánto duele escribir dolor, lejana
sin que mi mano esté sobre esa mano
medirme en cuanto digo, si un vilano
acaso, y no temer en la ventana.

Cuán difícil estar y ser nirvana
sin memoria, ser libre en este plano
y ofrecer las estrellas de un arcano
que abrigase certezas del mañana.

Pero si muestro cuerda y sus dos puntas
o que el centro lo es más si compartido,
siento que ya mi sol no es placentero.

que disfrutes la vida a la que apuntas,
es todo cuanto espera este latido
y aún puedas creer que sí te quiero.

Solange Schiaffino


Compromiso

No sé si te parece sea absurdo
pero sé que no miento si declaro
que el Sol es sólo Sol y no pasado
y el mar es sólo mar y no futuro.

Y es que me desentiendo de desnudos
azules o salobres e incendiarios:
desdigo del galope de caballos
de alquitrán que recorren mis dos mundos.

Verás, las cosas piden que las nombre
y haga versos de cal y lluvia fina
en mi camino de regreso a casa.

No has de temer a párpados insomnes
ni a mis quebrantos de promesas idas
en esas noches de amapolas blancas.

Henrry Di Spirito


Mis quisiera

¿Quién dice que la vida es trazo recto?
¿Acaso desdecirse no es lo mismo
que aceptar este avance con realismo?
tampoco yo le creo a lo correcto.

El todo no equivale a lo perfecto,
porque vengo de historias sin lirismo,*
y decir un te amo en el abismo
tiene de pan y piedra como efecto.

No maquillo los nombres de infinito
y si beso no quiero lo que era
pero el miedo se instala como escudo.

Quisiera que se oyera más bonito,
que daría también la vida entera,
que solo digo: «Amor» y ya no dudo.

Solange Schiffino



Jordana Amorós – Isabel Reyes

Curriculum vitae

Para bailar la conga hasta la aurora,
jugar al mus, cantar en un sexteto,
reír o hablar de todo lo indiscreto,
siempre a alguien se encuentra a cualquier hora

Cuando, después, su faz abrumadora
muestra la vida y te somete al reto
feroz que te devasta por completo,
compruebas que contigo nadie llora.

Otro fracaso más que condecora
un «curriculum vite», ya repleto
de ellos, conformando un mal panfleto
de nuestra humana esencia perdedora

El mío, escrito a golpe de soneto
desde una lejanía sanadora.

Jordana Amorós


Entre alfileres

Mi vida, esta fugaz luminiscencia
que ante mis ojos pasa evanescente,
me clava un aguijón incandescente,
me induce a sopesar mi resiliencia.

Pensaba que tenía resistencia
ante los avatares del presente
y sin forzar el alma ni la mente
rendida voy perdiendo la existencia.

Entregada y vencida, mi camino
se encuentra envuelto en una bruma oscura
y solamente veo anocheceres.

Ante el lance final yo me reclino
y os dejo en testamento la locura
de una vida sujeta entre alfileres.

Isabel Reyes


Mayo impenitente

Caminar por la calle con los pasos cansados
del que ya ha recorrido su camino en la vida,
posando sobre el mundo la mirada perdida
y carente de brillo de los desengañados.

Comprobar que usa lentes de cristales ahumados
el olvido y, si encuentra la cara conocida,
no recuerda quién era ni cómo se apellida
ese gesto que emerge de los años pasados.

Sentarse en algún banco, calcular cuánto queda
para llegar adonde termina la alameda
y si tendrá su cuerpo la fuerza suficiente.

Tragarse la congoja que oprime su garganta
y le nubla los ojos cuando un pájaro canta
y alrededor florece un mayo impenitente.

Jordana Amorós


Siembra

Y porque a veces, aun si inesperadas
las cosas ven su fin y alguna llega
a aquella plenitud con que se niega
el destino, o quizás porque pasadas

se descubre que fueron deseadas
yo seguiré apostando por la entrega
sólo a favor del bien, contra la ciega
mentira frente a esperas infundadas.

Pues no haber redención no significa
rendirse ebrios de muerte a los agravios
o entregar la razón a la derrota.

Nos cabe hendir los campos con la pica
y hechos azada manos, piel y labios
sembrar, siempre otra vez, la tierra rota
.

Isabel Reyes



VERSO BLANCO

Jordana Amorós – España

Cordón umbilical

Ha sido todo siempre
un irse acomodando.

Apurar los minúsculos
resquicios de la vida
por los que se colaban a tus espacios íntimos
esos rayos de Sol
capaces de animarla
y aprovechar las largas tardes de lluvia y tedio
para tejer saudades.

Ahora lo que toca
es adaptarse a la necesidad
de gestionar lo escaso,
a aceptarte viviendo con los ojos escépticos
y la piel agostada
mientras dentro de ti,
a tu pesar,
cultivas la narcótica semilla
del desapego.

Es fácil,
se trata solamente
de entrecerrar los párpados
y borrar los paisajes,
ideas, sensaciones y recuerdos
que anidan en su envés
como quien funde en negro el fotograma
final de una película…

Solo queda esa hilacha,
tenaz,
que constituye
una especie de insólita atadura,
como un cordón umbilical inverso.

Con qué fuerza me une
a la luz…

Cómo cuesta
cortar esta invisible, sedosa y acerada
hebra fundamental de los afectos.



Sombras chinescas

Grotescos
esperpentos de pájaros.
Pluma en pena que escapa rumbo a un sueño de luz.

En la penumbra
agoniza la tórtola cautiva.
Entre las manos
su cuerpo es un dolor torpe y reseco
que en las atormentadas puntas de los dedos
todavía aletea.

Es finito el espacio
de la pared.

Y en el silencio se oye
el crepitar del alma al consumirse.



Isabel Reyes – España

He de marcharme

Rodeada de cosas olvidadas
con tanto agobio encima de mis hombros
recojo libros, fotos, cuadros sin paisaje,
mucho papel en blanco y mis pupilas
sin saber dónde ir, ni cómo el alma
se acostumbró a la luz de atardecer.

Toda mi casa es hoy incertidumbre,
no encuentro lo esencial,
en las carpetas
se perdieron retratos, versos míos
y aquellas primaveras. Quién me aguarda,
me llama desde lejos, nada sirve
de mis maletas, folios, a esta hora
penúltima en que veo
como si ya estuviera sin disfraces
y fuese otra persona la que ocupa
mi corazón, mis huesos, sólo míos
los ojos esta tarde, rodeada
de espejos del crepúsculo y cajas de cerillas
e inútiles postales sin remite
de caminos que nunca hube andado.
Ha llegado la hora de partir.

Ruedan los cláxones
en mi tranquilidad, en este miedo
a ir cerrando ventanas.
Me voy, he de marcharme
de nuevo a ningún sitio, el mar no espera
se mete en los dinteles, abre puertas
empuja, inunda el alma
y lanza mi existencia hacia las rocas.

¿Salvaréis mi equipaje de sus olas?



Indignación

Mientras el sol dispara sus espadas
avanzo como un preso
que huyera en los pantanos del presente:
los perros del cansancio
acechan por el bosque de la gran decepción.
He de seguir, mi sitio está más lejos.
Romperé mis cadenas con un tallo de hierba
y volveré al origen, desnuda y en silencio
alegre y desnortada, sin deudas, sin deberes
oscura y encendida con mi verbo.

Si queréis encontrarme, no me escondo.
Aunque me fugue
estoy aquí, sentada y sola y triste
como una gota dentro de la lluvia
soportando la fiebre primitiva
que me mantiene inmóvil
y digna
y vigilante.
Encerrada en mí misma
y tanta indignación por compañía.



Sergio Oncina – España

Ausencia de vida

No sé por qué ni dónde quiero irme.
Este lugar me aleja de los sueños
y me envuelve en tibieza; arropa y duerme,
apaga los instintos, entierra voluntades
y agota la impaciencia
que incita a pelear contra el fracaso.

Vivo en barro que arrastra,
arenas movedizas
con la velocidad de la quietud
y la satisfacción de mi apatía aceptadora.

Y truena y no me importa la tormenta
aunque ilumine los charcos
y embadurne mi rostro con resina mojada
del árbol deshojado donde quise ampararme.

Es, por fin, lo distinto que acaba por hundirme
en la basura de la que salir,
estímulo asesino que concede
una oportunidad para resucitar
y sentir la alegría
de un nuevo nacimiento en un edén.

No creo en paraísos
ni en volver de la muerte.

Pero tampoco creo
en la ausencia de vida.



En la noche de los vivos

Se dilata la noche de los vivos.
Me entretengo mirando
los árboles sin hojas,
las farolas que lucen mortecinas
y las aceras libres de nosotros.

Ahí, en la esquina próxima
estuvimos los dos,
entre la misma niebla,
bajo el mismo silencio,
en esta misma hora

y, como hoy, nada interrumpía
a la ciudad que duerme
sin saber que te amo,
como si no importase
y mañana la vida continuase impertérrita.

A nadie preocupa
que no vuelvas conmigo;
el furgón de reparto trae pan y pasteles,
los barrenderos sueñan con dormir.

La radio sonará, a las seis y un minuto.
Acabará mi insomnio.
Compraré medialunas para desayunar
con un tazón de leche,
mantequilla, galletas
y olvido.



Ángeles Hernández Cruz – España

Y pude

Enredada entre los hilos del miedo,
me pesaba el recuerdo de aquel día
en que el aire se hizo piedra
para aplastarme el pecho;
me pesaban los “no puedo” y los “quizás”,
losas en el paisaje de mi terco discurso.

Pero usé tu sonrisa de bastón
cuando te ofreciste a llevar mi carga
para un trayecto de ida y vuelta
entre la imprudencia y la victoria.

Con una palmera como único testigo,
conseguimos surcar
la mar escarpada de los barrancos,
y los jadeos de mi corazón
iban desamarrando, uno a uno,
los pesados nudos del acobardamiento.

VERSO LIBRE Y VERSO BLANCO

Ya sé que la alegría es transitoria
como esa ciudad que siempre circunvalas
en el viaje a nunca
y en la que nunca te quedas a dormir.

Aromática como el dulce petricor que exhala la tierra
cuando abre sus fauces al canto de las aguas.

Obscena como la sangre en el pan
y el colmillo en la carne.

Inocente y estúpida como yo
ante cualquier ventana abierta a temporales
que he dejado de prever y me sorprenden
sonriente y encueros.

Llega
te besa
nada contigo un rato
se va
y permanece escondida en la distancia
con aquellas palabras que no quiero escribir.

A veces creo que no la necesito
y me he coagulado de silencio.

Alegría

Morgana de Palacios

(verso blanco)


Con los libros bajo el brazo

Isabel Reyes

(verso blanco)

Llovía en el Retiro.
Recuerdo escalinatas y un poema embrujado.
Daba temor mirarme. También tengo yo ahora
una sed infinita de que surja tu imagen.

Acaricias el frágil relente de mi pelo,
sabe a limón de mármol la añoranza.
No acierto a caminar, me asusto.
Tus muros son muy altos. Quién me abrirá las puertas.

Casi apenas mujer
te soy una exiliada que llega a la ciudad
en esta noche espesa, esta cerrada lluvia.
Me llamas desde hondos corredores sin aire.

Quién soy yo con los libros sujetos bajo el brazo,
estudiante en la “Complu”.
Me tomas de la mano y aquel parque disipa
su maleficio verde. Se han secado mis lágrimas
Nos vamos a encontrar.

Has llegado de lejos.
El sol hace trasbordo por tu boca
y empiezo a renacer.
Reescribo a dos velas mi tesis doctoral,
bebemos la tristeza solemne
de esta ciudad a oscuras que mis ojos permiten.

Quién eres, quién soy yo. Dónde vamos tan tarde
a prender ideales si no queda ni un taxi
por el puerto nevado de los amaneceres.
Hoy
tengo enfrente ese parque de mi inútil tristeza.

Demasiados peldaños ascendiendo a mi frente.


Sangran los horizontes por los cuatro perfiles
mientras en las esquinas de las bocas,
y a plena luz de las pantallas,
se trafica con paz impunemente.

Te ofrecen papelinas con dibujos
de palomas y olivos que tan solo contienen
un cóctel de moral adulterada.

Qué inútil es dormirse en el deseo
de antiguas psicodelias si no existe
terapia que libere
el tóxico del odio que regalan
en las mismas esquinas,
bajo la misma luz,

y tras las mismas bocas.

Caramelo de regalo

Ángeles Hernández Cruz

(verso blanco)


Me convenzo

William Vanders

(verso libre)

Esta noche me convence el insomnio.
Es un instinto primitivo,
un alma con mil ojos
en mi retina tapada.

Soy un Cro-magnon
hibernando despierto,
en alerta y sigiloso,
cauto para no ser cautivo,
con herencias tatuadas en el muslo,
de verbo herido y rumiante,
enfurecido en el temor,
acostumbrado a la amnesia,
de mandíbula pensante,
sobreviviente,
libre,
despabilado dentro del párpado caído:

un homínido

intrascendente,

con auroras a cuestas

para oscurecer el pecho

durante el combate.


Miro el río y, en él,
miro la sombra del crepúsculo
que se hunde en su musculatura acuosa.

Una sombra que no hace pie en espesuras,
y derrumba minaretes de sentido por correntadas
que arrastran olvido y desmemoria,
como si fuese posible
amalgamar sus gotas de mercurio.

Acaso sea eso lo que desteje el pampero
mientras peina las trenzas de los sauces,
lo que repite con su canto el zorzal
zarandeando las voces dormidas,
lo que insinúan los juncos
con sus guitarras de mil cuerdas.

Miro el río y sus luces de atardeceres fugados:
me recuerdan que esa moneda inadvertida
que la tarde dejó caer en su bolsillo
no es la misma que aquella segada
por el filo de cierta memoria implacable.

Re-lecturas

Silvia Heidel

(verso libre)

ARREBATO Y PENSAMIENTOS

Anatomía tumoral

Cuerpo que me sostiene,
cuerpo que me ata.

Alma que se esparce
y se eleva
cuando quiero bajar al rio.

Piel y hueso ardiendo:
quisiera huir de esta tierra en desolación.

Conciencia sostenida a bocanadas,
aliento repelente que grita
dejando atrás el tuétano vacío.

Me pregunto si soy cuerpo, tierra, deseos.

No soy metáfora de nada.
Me veo tan real que me duele.
Tan niño ya, tan moribundo,
que la vida se me pasa pensando;
que los dias se me escriben en prosa,
en cencelladas, en aire,
en nata.

Cuerpo mojado,
alma en mojama,
ceniza profunda.

Jesús M. Palomo


Te has dado cuenta que la luna tiene dados
en que los números son historia rotando
para ser marea sobre la arena que pisamos.

El tiempo juega con las copas sin morir…
…corre aunque deseemos contenerlo.
La tierra sigue mudando en su historia,
nuevos números y una celda de espantos
con otras cenizas y con masas entre soles.

Todo lo que pedimos es una pieza del río…
…Y el llanto está secando nuestros ojos.

Leonardo Zambrano


Andar por esta mente troceada
recogiendo jirones de mí misma
es como practicar mi propia autopsia.

Bisturíes de luz
arrancan del recuerdo
las entrañas.

Isabel Reyes

MINIMALISTAS

Silvana Pressacco – Argentina

Disparos en mis pausas

Un latido insistente atropella las puertas del silencio
en busca de una luz, un trozo de aire,
una dosis de algo
que perfore mi adentro y consuma la nada.

…………………………………………………………………………………


Ya cansa este paseo sigiloso
por la orilla que encierra el sueño de mis sueños
mientras el mar arrasa el horizonte
y se adueña de todo.



Leonardo Zambrano – USA

¿Cómo romper el verso para ser otro hombre?
Sin contener más tú risa idónea e irrevocable
y llenar la última gota que bebas de mi copa.
No trato por eso ser la cara que no pintaste…
…Aún siendo el payaso sin llantos en el espejo.

…………………………………………………………………………………

Ya amasé los pedazos y mis memorias
el llanto y la herida no entraron en la gota
la copa y el espejo, rotos por el impacto…
…ella, mi hija se quedó con sus ojos tristes.

¡Ay… de los reflejos!



Isabel Reyes – España

Haikus

Cae la tarde
zurean las palomas
en mi terraza.
……
Secas las lágrimas
simulan las ojeras
a los balcones.

……

Requiem nocturno
remolinos de incienso
de llanto y humo.



William Vanders – Venezuela

Me golpearon las sombras de mis sobras.

Me gritaron: Mastica, come y agradece…

porque hay un sol amagando
con incendiar tu alma.

…………………………………………………………………………………

Si el hambre duele en la entraña de uno,
duele más verla en el rostro de un niño.

Duele el dolor de los hijos del mundo,
duele en mi su angustia,
su muerte lenta,
me duele esta impotencia infinita,
el no poder sembrar pan
donde hay abismo.

Golpeado por la migaja

MINIMALISMOS

Antonio Alcoholado – Reino Unido

Milagros y prodigios

Te he visto obrar milagros y prodigios
y sin superstición te rindo culto:
la eternidad es un momento juntos;
la inmensidad, andar tras nuestros hijos.
El universo es suyo en tu homenaje.
Si hay dioses, se asemejan a tu imagen.


William Vanders – Venezuela

Agrietado

Se nace agrietado,
luego el rayo se hinca en la fisura
y uno queda anochecido y ciego.


Isabel Reyes – España

Haikus

Agazapada
la mar borra la noche
y olvida al cielo.

En la rotonda
se oscurecen los árboles.
Pasa una nube.

LOS CLÁSICOS

Sergio Oncina – España

La alborada

Hay quien busca la luz en la mentira
y se alumbra con lunas. Pide besos
ingenuos en un feudo de embelesos
y frente a la verdad sufre y delira.

Quiere verse en el sol y cuando mira
solo descubre ímpetu y excesos,
sentimientos agónicos y presos
que no sabe plasmar, rayos de ira.

No conoce la voz inmaculada,
la palabra perfecta que se asoma
al balcón de un poema transparente,

el verbo que ajusticia en la alborada
los miedos a las noches del idioma
y te desnuda agudo e insolente.

(Soneto)


Isabel Reyes – España

Daría

Daría todo el mar, todo mi anhelo
y el agua de mis ojos, mi llanura
con tanta sed de sal y tanto miedo

Daría el sufrimiento, los senderos
de tu boca a la mía, tantas leguas
que median de mi abrazo hasta tu cuerpo.

Daría el trigo verde y el silencio
de tu nombre crecido en los bancales
de mi heredad estéril tanto tiempo.

Daría estarme siempre entre los remos
de tus barcas y el mar, y estar contigo
más allá de los campos y del cielo.

Daría todo ahora, cuanto tengo
de bello en torno mío: las palabras
y el viento delicioso en que te envuelvo.

Por saber qué nostalgia, qué misterio
hay más allá, amigo, hay más acá
de esta orilla en que vivo y no te encuentro.

(Tercetos de Arte Mayor)


Miguel Urbano – España

Te busqué

Te busqué por las cumbres y los ríos,
por selvas y por ricos cafetales,
por remotos espacios siderales,
y por piélagos, cálidos y fríos.

Te busqué sin rendirme a desafíos,
por oasis de verdes palmerales,
por áridos desiertos minerales,
y por volcanes, mansos y bravíos.

Te busqué en el bullicio y en la calma,
sin cesar te soñaba noche y día
siendo de mi existencia ansiada palma.

Y cuando el desaliento me vencía,
al asomarme al fondo de mi alma
al fin te hallé, mi amada, poesía.

(Soneto)


Morgana de Palacios – España

Ciclotimias

Entre ¡vivas! y ¡mueras! me nazco solitaria,
nadie se asombre pues si escéptica me muestro
metáfora baldía y correligionaria
de los que no rezaron jamás un padrenuestro.

Simbólico aluvión de sangre derramada
en arenas extrañas a despecho de azares,
no encuentro mi lugar en ninguna alborada
ni sueño en publicar mis obras ejemplares.

Nací para ser libre con las manos abiertas
que se han ido colmando a traves de los años,
de brillantes esposas y de cerradas puertas
de todos los colores y todos los tamaños.

Hay quien inventa falsas conjunciones astrales
y en alarde piadoso se acaricia a sí mismo
con el polvo de estrellas de las aparenciales
orgásmicas visiones de su propio espejismo.

En la exacta frontera de las pulsiones grises
yo vivo a ras de suelo, casi definitiva.
Si tropiezas conmigo ¡cuidado! no me pises
que suelo revolverme si no hay alternativa.

(Serventesios de Arte Mayor)


John Madison – Cuba

Love cactus

Te encontré y no sabía que guardabas la llave
del orden de mis mundos, nightmare en rebeldía.
Te encontré como encuentras para un ánfora el agua.

Con esa fe imposible, yo encontré tu abadía.

Te encontré y ahora tengo que levantar diez puentes
de Madison en vuelo, poética osadía,
para activar la risa de tu barca nocturna,
verano de mi sangre al declararse el día.

Hoy he pensado en ti, en tu aroma de impúber,
conjugación almática de antigua novia mía,
y he sentido nostalgia de tu loca costumbre
de alunizar espléndida en mi casa baldía.

(Romance heroico)


Natalia Alberca – España

Futuro imperfecto

Un mal día dejé de conjugar
el futuro perfecto. Se esfumó
de aquel libro gastado de gramática
que solía leer asiduamente.

Y me topé de frente con la fobia
que me causaba el modo imperativo.
Con el condicional me consolé,
intentando pensar: ¿Y si tan solo

fuera una pesadilla?¿Si eso nunca
pasó? Me ilusioné con el acaso
que el subjuntivo, amable, me ofrecía

con rasgos irreales. No me queda
salida; aceptaré que mi vivir
es tan solo un gerundio: subsistiendo.

(Soneto)

MINIMALISMOS

Haikus

Héctor Michivalka – Isabel Reyes

1

Abro mis ojos
chorros de humo en el cielo
se acabó todo

2

De barro el hombre
desliza su codicia
cual lava ardiendo

3

Tantos hambrientos
El precio de un misil
evita muertos

4

Los pueblos pobres
son palillos de dientes
para los ricos

Héctor Michivalka

Traduciendo a mi gato


Isabel Reyes

Nocturnos

1

Se incendia el cielo
y a pesar de la guerra
nace la vida.

2

Agazapada
la mar borra la noche
y olvida al cielo.

3

En los adentros
del ser más despojado
se hospeda el cosmos.

4

Sobre mis ojos
las sombras depositan
miedo y palabras.